Las dificultades no dan tregua a las empresas. Los concursos de acreedores han vuelto a crecer en el primer semestre del año, después del descenso que registraron el año pasado. Entre enero y junio se han presentado en la provincia 105 procedimientos concursales, frente a los 95 del mismo periodo del año pasado. Es, además, el segundo dato más grave desde que comenzó la crisis. Sólo en 2012 se registraron más concursos entre los meses de enero y junio (120).

El Instituto Nacional de Estadística publicó ayer los datos correspondientes al segundo trimestre del ejercicio que arrojan un total de 54 nuevos procedimientos concursales en la provincia. Este dato coloca a Málaga a la cabeza de Andalucía y en el cuarto puesto nacional. Solo la superan Barcelona (316 concursos), la comunidad de Madrid (233) y Vizcaya (68). La mayoría de los procedimiento concursales -equivalentes a la antigua suspensión de pagos- han sido voluntarios. Es decir, es el propio empresario o deudor el que acude al juzgado de lo mercantil. En estos casos la autoridad judicial suele adjudicarles la administración de la empresa durante el tiempo que se consuma en elaborar un convenio con los acreedores que permita sacar adelante la compañía o, por el contrario, proceder a su liquidación. De los 54 concursos, 47 son voluntarios, mientras que otros siete han sido instados por los acreedores.

La ley concursal permitió que este instrumento judicial estuviera disponible tanto para las empresas como para los particulares. Aunque son mayoría las sociedades, también hay personas físicas sin actividad empresarial que recurren a la autoridad judicial en busca de esta fórmula de renegociación de las deudas. En el segundo trimestre del ejercicio han sido nueve los particulares que han presentado concurso de acreedores, de acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Por sectores de actividad llama la atención que todavía sean las empresas dedicadas a la construcción y al negocio inmobiliario las que lideran la clasificación de empresas en crisis. En el segundo trimestre han sido nueve las que han presentado concurso de acreedores. Detrás se sitúan las que se dedican a actividades administrativas y servicios auxiliares (7) y comercio al por mayor (6). La hostelería, con cinco empresas más en concurso, tampoco se libra de las dificultades. Uno de los problemas añadidos que tienen que afrontar estas sociedades es el fenomenal atasco que sufren los juzgados de lo mercantil, circunstancia que retrasa la tramitación de los procedimientos y juega en contra de las posibilidades de éxito de la empresa concursada.