Más becarios, pero menos dinero. Este es el resumen del efecto de la nueva política de becas en la Universidad de Málaga. El curso pasado accedieron a ayudas a los estudios 12.387 estudiantes, un 14% más que el año académico anterior. Sin embargo, el importe de las becas descendió un 30%, de acuerdo con la memoria del curso 2013/2014.

El nuevo sistema de becas entró plenamente en vigor el curso pasado. Básicamente consiste en fijar un presupuesto fijo a distribuir entre los beneficiarios, sean muchos o pocos, al tiempo que se mantienen unos umbrales de renta muy bajos para acceder a las ayudas y se endurecen los requisitos económicos. El resultado es que aunque se exija mayor rendimiento académico, las familias están tan exhaustas después de tantos años de crisis, que son muchos más los alumnos que cumplen todas las condiciones para ser becarios. Por tanto, son más y reciben menos.

Este escenario se ha traducido en la Universidad de Málaga (UMA) en que el 61,5% de quienes pidieron el curso pasado las ayudas del Ministerio de Educación cumplían todos los requisitos. Es decir, el último curso, a pesar de que era más difícil conseguir las ayudas, la cifra de becarios aumentó, tal y como subrayó el secretario general de la institución, Miguel Porras, el viernes pasado durante la inauguración oficial del curso.

El incremento de los becarios y la existencia de un presupuesto fijo es, por otro lado, el motivo que ha provocado que el importe de las becas en la UMA haya retrocedido un 30%.

En este sentido, el simulador de becas creado por el Ministerio de Educación permite comprobar cómo ahora es prácticamente imposible obtener ayudas de 6.000 euros que antes lograban aquellos alumnos de rentas muy bajas que estudiaban fuera de domicilio familiar. Para obtener cuantías de esta envergadura ahora es necesario tener matrícula de honor en el expediente académico y cero ingresos familiares.

A estas circunstancias se suma también la novedad de que aquellos becarios que no aprueban la mitad de las asignaturas están obligados a devolver el importe de las ayudas (salvo el correspondiente a las tasas académicas).

El curso 2012/2013 hubo en la Universidad de Málaga 835 becarios, de un total de 10.810 b, que no consiguieron superar el 50% de los créditos por lo que formalmente están obligados a restituir el importe de las ayudas percibidas.