Málaga

Un tesoro oculto que merece ser protegido

  • La UMA lidera, junto a la Autónoma de Madrid, un proyecto para conservar los fondos marinos de Alborán

Algunas especies únicas, otras de una enorme riqueza y variedad, que viven en hábitats ocultos a decenas de metros de profundidad donde el medio marino adquiere una belleza indescriptible por su amalgama de colores y formas que lo convierten en un valioso tesoro oculto que merece protección. La biodiversidad de los fondos marinos del entorno de la isla de Alborán es credencial más que suficiente para conservar un espacio natural en el que los variopintos ecosistemas que alberga dan cobijo a especies tan amenazadas como el coral rojo.

Un grupo de expertos liderados por la Universidad de Málaga (UMA) y la Autónoma de Madrid recibieron hace varios años el encargo de sacar a la luz los entresijos de esta joya natural y que servirán para declarar a este espacio como Zona de Especial Protección (ZEC) dentro de la llamada Red Natura 2000 que dota de protección a aquellos hábitats especialmente prioritarios.

Y a la vista de los resultados obtenidos Alborán lo es. Esta forma es una de las diez que España plantea incluir en esta red de espacios protegidos después de que la Comisión Europea advirtiera que no apenas había representación del medio marino en la propuesta española. Fue entonces cuando se puso en marcha el proyecto Life+ Indemares para el inventario y designación de las zonas marinas propuestas proteger.

Tras un concurso público, la universidad malagueña obtuvo el encargo de adentrarse en las entrañas de Alborán, una misión que para el jefe de la campaña de investigación y profesor titular de Biología Animal de la UMA, Serge Gofas, "fue todo un desafío porque no teníamos ni barco ni material específico". Con un barco y un robot submarino alquilado, unido a una gran ilusión por parte del equipo que ha formado parte de esta investigación por la incertidumbre de lo que se iba a encontrar, se consiguió sacar a la luz la belleza de ese lugar.

Parte del fondo marino se filmó durante varios días y otros tantos fueron necesarios para dragar y recoger muestras que permitieran caracterizar y detallar cómo eran los ecosistemas de Alborán. Uno de los hábitats más interesantes localizados fueron los llamados fondos marinos de maërl, formados por algas carcáreas que tapizan el lecho marino de una peculiar forma "capaz de dar cobijo y alimento a una enorme cantidad de seres vivos de todo tipo", aseguró el experto.

Ese fondo marino tan particular representa casi la cuarta parte de la futura zona protegida, lo que lo convierten en uno de los más extensos de todo el mediterráneo occidental. La otra gran joya encontrada en Alborán han sido los fondos de coral rojo, muy codiciado, y en el que se han encontrado evidencias de haber sido esquilmados en el pasado. Mientras que el tercer pilar sobre el que se sostendrá la futura ZEC es otro ecosistema inventariado en esta zona y que reciben el nombre de fondos de carcajos profundos. Pese a su malsonante nombre, constituyen la base de un entorno natural poco frecuente por la ausencia de fango a una profundidad de hasta 200 metros donde confluye una inmensa riqueza natural sobre la grava limpia que cubre esos fondos.

Los tres hábitats implican "razones más que justificadas para proteger este espacio", según Gofas, que señaló que la asignatura pendiente ahora será poder analizar al detalle los vídeos grabados de esos fondos y detallar de forma pormenorizada las especies que habitan allí, algunas únicas como el Trophonopsis alboranensis. El trabajo técnico ya está hecho, ahora la pelota está en el tejado del Gobierno español que deberá aprobar la protección de una zona que merece que cuanto antes su blindaje.

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