Definitivamente comprar un local comercial en la promoción de Soliva no interesa. O, para ser más justos, interesa a muy pocos. El resultado de la cuarta subasta impulsada por el Ayuntamiento de Málaga en los últimos seis años constata la renuncia de los potenciales inversores a apostar por uno de los espacios en venta o alquiler en esta zona de la urbe. Y ello a pesar de que se trata, por su capacidad residencial, de un nuevo barrio de la capital, con más de un millar de viviendas y unos 4.000 habitantes.

Los datos aportados a este periódico por el Instituto Municipal de la Vivienda (IMV) dejan en tan sólo siete los locales sobre los que hay acuerdo cierto de arrendamiento con opción a compra, cifra muy alejada de los 73 inmuebles que fueron objeto de esta última intentona, con una superficie total de 11.713 metros cuadrados. A la misma se pudieron presentar propuestas entre el 11 de septiembre y el pasado 13 de octubre.

En total, según los datos oficiales, fueron 27 las ofertas recibidas en las dependencias municipales sobre un total de 53 locales. Ello es debido a que un mismo licitador puede pujar por varias propiedades, eligiendo posteriormente aquella que más le conviene. Esto indica que el trecho entre la propuesta y el acuerdo definitivo es amplio, dado que sólo se van a formalizar contratos de arrendamiento sobre siete. El escaso éxito de la cuarta licitación sorprende por tratarse de un espacio ya consolidado y por la sensible adecuación de los precios que el organismo municipal llevó a cabo en relación a los valores originales de 2008. Tras su actualización, los precios oscilaban entre los 585 euros el metro cuadrado y los 1.056 euros en caso de que los interesados hubiesen optado por la compra.

La promoción de VPO de Soliva, la de mayor tamaño en la historia de la ciudad, incluye un total de 156 locales comerciales, quedando aún por ocupar 66. Con el fin de minimizar la carga económica sobre los posibles interesados, como ya hicieran en la anterior licitación, de 2011, los responsables incluyeron la figura del arrendamiento con opción a compra. De acuerdo con los valores que se asignaron a la nueva operación, el IMV manejaba la opción de hacerse con unos ingresos que podían rondar los 9 millones de euros en el supuesto de que hubiese logrado encontrar comprador para todos los espacios vacantes.

Precisamente, para hacer más atractivo el plan, los técnicos ajustaron de manera más que significativa los valores económicos de adquisición. De media, el precio del metro cuadrado cayó cerca de un 30% respecto a la primera ocasión en la que se pusieron en el mercado estas superficies. A modo de ejemplo, si casi seis años atrás se pedía por un local de 390,66 metros cuadrados 434.218 euros, en la última convocatoria se dio la opción a hacerlo por 325.110 euros, lo que supone un 24% menos.