Un hotel de lujo aún a años vista

El último hito en la carrera por la construcción de un hotel de lujo en la plataforma del dique de Levante del puerto de Málaga no hace más que abrir la puerta a un proyecto cuya larga y completa tramitación administrativa podría demorar su materialización durante años. El propio presidente de la Autoridad Portuaria así lo admitió, al punto de indicar que es ahora "cuando empieza lo realmente duro, es un trámite muy complejo, que nadie entienda que esto ya está hecho". El encaje requerirá del aval de las administraciones local, autonómica y estatal, incluyendo en este puzzle de pronunciamientos el del propio Consejo de Ministros. Por estas razones, el propio Plata incidió en la necesidad de que los pasos se den con la mayor celeridad posible.

La larga cuenta atrás que previsiblemente se iniciará la próxima semana, una vez se analice en profundidad la documentación entregada el pasado miércoles por los inversores cataríes, tendrá como primera cita la convocatoria por parte del Puerto del procedimiento de concurrencia de proyectos. El mecanismo elegido acorta de manera evidente el tiempo necesario para adoptar una decisión firme para adjudicar la concesión a 50 años de los terrenos delimitados para el hotel.

A diferencia de lo que supondría un concurso abierto, la concurrencia, según ley, limita el plazo para la presentación de propuestas por parte de cualquier empresa interesada a 30 días. El matiz, nada baladí, es que para poder presentarse h de hacerlo con un proyecto básico del hotel y los preceptivos estudios de viabilidad de la iniciativa, documentación técnica de envergadura. Y ello reduce de manera muy clara la capacidad de las firmas con opciones ciertas de optar al hotel de lujo. En esta particular carrera cobra ventaja la empresa que meses atrás solicitó a la Autoridad Portuaria la autorización para ejecutar el establecimiento junto al dique de Levante, con lo que no es descartable que sea la única en posicionarse.

Este primer paso en el procedimiento ya encierra no pocas dudas desde el punto de vista jurídico. Varias fuentes coincidieron en indicar que antes de poder ser convocada la concurrencia ha de ser impulsada y aprobada la modificación de elementos del Plan Especial del Puerto para permitir el uso hotelero de ese suelo. Una de ellas aludió expresamente a que al menos debería estar aprobada inicialmente. Pero el cambio del planeamiento sigue sin ser impulsado.

Otra fuente del Puerto matizó este detalle y señaló la posibilidad de convocar el concurso sin necesidad de que esté tramitada esa modificación. Incluso, recordó que ya hay una parte del suelo afectado por el futuro proyecto, de unos 10.000 metros cuadrados, que tiene la consideración de portuario-ciudadano. Por ello, insistieron en que este proceder no entra en conflicto con la Ley de Puertos, que en su artículo 84.2, referente a las concesiones, dice: "no se admitirán aquellas solicitudes que se opongan a lo dispuesto en la Delimitación de los Espacios y Usos Portuarios, o en la normativa vigente".

Para lo que sí es indispensable que el cambio urbanístico (que puede necesitar de entre 8 y 10 meses) esté concluido es para remitir el asunto al Consejo de Ministros, órgano que ha de dar luz verde a una operación de este tipo. "¿Algún ministro se va a atrever a llevar este tema al Consejo de Ministros si no está todo el trámite cerrado?", se preguntaron las fuentes. Preguntadas por el plazo que podría necesitar esta fase futura, eludieron cualquier precisión, señalando que el único caso parecido es el del Hotel Vela de Barcelona, cuya tramitación se realizó hace más de una década.

En cualquier caso, en el seno del Puerto se insiste en la posibilidad de realizar gestiones varias de manera complementaria y en paralelo, buscando con ello reducir los plazos. No obstante, sirva como ejemplo que la petición para convertir en hotel el faro de Lugo no tuvo informe final del Consejo de Ministros hasta casi un año después.

La parte administrativa, siendo la más compleja, no es la definitiva. El otro componente a tener en cuenta en la extensa hoja de ruta que tiene delante el hotel de lujo es el de su construcción. Proceso nada sencillo si se tiene en cuenta que se trata de un edificio de alrededor de 140 metros de altura sobre suelo ganado al mar. De la dificultad técnica de su desarrollo sirva como referencia que los pilotes que sostienen la estación de cruceros situada al lado tiene una profundidad próxima a los 47 metros.

Respecto a los plazos de ejecución, un experto en la materia aludió a la posibilidad de que el proyecto requiera de un par de años, sin incluir los meses necesarios de equipamiento y adecuación interior del futuro hotel. Otra fuente consideró que ese calendario es "muy optimista", si bien se reservó hacer una estimación de obra.