francisco Muñoz garcía. pte. asociación down málaga

"No me gusta la palabra discapacitado, hablamos de capacidades diversas"

  • Lamenta la falta de entendimiento entre la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Málaga sobre el suburbano porque insiste en que sólo pierde el ciudadano

FRANCISCO Muñoz lleva al frente de la Asociación Síndrome de Down Málaga desde 1999. Uno de los logros de los que se enorgullece -y que se apresura a achacar a todos los miembros de la organización- es la sede de Cortijo Alto. Allí incluso han puesto en marcha de forma pionera unas viviendas para que los jóvenes con el síndrome puedan dar sus primeros pasos hacia una vida independiente.

-¿La crisis os ha afectado como asociación?

-Muchísimo. Porque una parte importante de nuestro presupuesto viene vía subvenciones y éstas han bajado considerablemente. A nuestra asociación, entre un 70 y un 80%, que no es poco. Evidentemente, claro que nos ha afectado muchísimo. La mayoría son subvenciones de la Junta de Andalucía, que es la competente en la materia.

-¿Y cómo lo compensáis?

-Con las aportaciones de las familias. Las familias aportan según los servicios que se le presten a sus hijos. Pero las familias también están en crisis. Nosotros, dentro de nuestro presupuesto, tenemos una pequeña partida destinada a ayudar a familias. Lógicamente estamos limitados porque a todas las familias no se puede ayudar porque si no tendríamos que despedir personal o algunos de los servicios interrumpirlos. Los servicios los prestan profesionales que cuando llega fin de mes tienen que cobrar.

-¿Habéis tenido que recortar servicios?

-No, no hemos recortado nada. La asociación lo último que haría es interrumpir algún tipo de servicio porque eso perjudicaría en muchos aspectos a las personas con síndrome de down.

-¿Las familias tienen entonces que hacer un sobresfuerzo económico, no?

-Claro, evidentemente. Nosotros atendemos desde recién nacidos hasta cuando esas personas llegan a la vida adulta. Cada etapa de la vida requiere distintos servicios. En la provincia estimamos que hay entre 800 y 1.000 personas con síndrome de down. En la provincia hay dos asociaciones; la nuestra, que es provincial, y una en Ronda, que es más pequeñita.

-¿La gente de los pueblos que no tienen acceso a asociaciones está más perjudicada?

-Evidentemente sí. Nosotros intentamos subsanarlo prestándole los servicios que necesiten. Tenemos delegaciones en Benalmádena y Antequera. A las familias que viven más lejos les cuesta más. Pero a toda familia que nos necesita, le prestamos el servicio que los chicos necesiten.

-¿Las administraciones hacen lo suficiente en esta materia?

-No. Nosotros creemos que no. La crisis nos ha afectado, pero hay unas prioridades. Las prioridades se marcan en salud, servicios sociales y educación. Y a las asociaciones enfocadas en servicios sociales no se les está prestando la ayuda con las subvenciones que se necesitan.

-¿Qué salida laboral tienen las personas con síndrome de down?

-Eso es una apuesta por la que nuestra asociación lleva muchos años trabajando. La mentalidad de la sociedad ha cambiado, pero todavía tiene que cambiar más. La falta de inserción laboral la achaco al desconocimiento. Los empresarios son un poco reacios a contratar a personas con síndrome de down porque no conocen sus capacidades. Aquí estamos nosotros para que las conozcan, para decirles que ellos son capaces de realizar un trabajo determinado y de producir. Entendemos que el empresario monta una empresa para ganar dinero. Nosotros al empresario le decimos que aparte de ser capaces de trabajar y de tener una valía como cualquier otro trabajador, se va a beneficiar fiscalmente al contratar una persona con algún tipo de discapacidad. No me gusta la palabra discapacidad; nosotros hablamos de capacidades diversas.

-¿Qué proporción de inserción laboral hay entre el colectivo, en los que están en edad de trabajar?

-Muy bajo. Nosotros nunca nos cansamos y trabajamos para que la mayor cantidad de personas con síndrome de down trabajen en un empleo ordinario. Ahora tenemos 17 chicos trabajando en empresas ordinarias y en edad laboral tenemos entre 70 y 80. En general, el cómputo andaluz o nacional la proporción de inserción laboral es bastante baja.

-¿Los empresarios deben comprometerse más en la contratación de estas personas?

-Evidentemente, sí. Nosotros hemos hecho hace poco más de un mes el primer encuentro con empresarios malagueños aquí en la asociación. Ha sido muy, muy positivo. Nuestra idea es hacerlo todos los años porque han venido empresarios que tienen contratados a chicos nuestros y empresarios que no han contratado nunca a una persona con síndrome de down. El empresario que ha contratado a estos chicos ha contado su experiencia, que ha sido muy positiva y se lo ha transmitido al otro. Se quedaron gratamente sorprendidos porque no sabían las capacidades que tenían estas personas para realizar un trabajo.

-¿En qué tipo de trabajo están insertados?

-De administrativo en el Registro de la Propiedad... Te digo los nombres de las empresas porque apuestan por ellos y me gusta nombrarlas. El hotel Don Curro, Carrefour, Decathlon, Pull and Bear, Seguros Meridiano y se me olvida alguna. Son empresas que han apostado por ellos y a las que evidentemente le está dando resultado. Chicos que han sido empleados con un contrato temporal, hoy en día los han hecho indefinidos porque realmente son válidos.

-¿Qué necesitan asociaciones como la vuestra?

-Mayor implicación de las administraciones. Parece que siempre estamos hablando de dinero y no es nuestra intención. Nosotros el dinero lo empleamos para prestar los servicios que necesitan estas personas. Le diría a todas las administraciones, a todas, que se impliquen, que estudien y valoren los proyectos que presentamos porque realmente van en beneficio de las personas con síndrome de down. Eso es prioritario. Nosotros en nuestra asociación tenemos a unas 200 personas con síndrome de down. Ellos nos necesitan y el dinero es fundamental.

-El caso de Pablo Pineda, que siendo down ha conseguido un título universitario, es un referente. ¿Pero todos pueden llegar a ser como Pablo?

-Él es un referente. Pero no sólo a nivel malagueño, andaluz o español, sino a nivel mundial. Para nosotros es un estandarte. La gente dice 'es que todos no son Pablo'. Y a mí me cansa este tema. Porque nadie es igual. Pablo es Pablo, Juan es Juan, Pedro es Pedro y María es María. Una persona no es igual a otra, cada persona tiene sus capacidades y demostrará su valía en el apartado de su vida en el que sea. Pablo va a cumplir 42 años. En la época escolar de Pablo, no se admitían personas con síndrome de down en las escuelas ordinarias. Pablo sin embargo estuvo en la escuela e hizo lo que hizo. Hay muchos chicos con síndrome de down que son muy válidos, muy válidos, muy válidos. Unos no tienen carrera, pero ¿cuántas personas en esta vida no tienen una carrera y tienen un trabajo digno? Muchísimas. Es nuestro referente, pero no nos equivoquemos, que cualquier persona con síndrome de down puede tener las mismas capacidades que tiene Pablo, aún sin tener una carrera.

-¿Qué papel juega la atención temprana?

-Todo beneficia. Si desde que nacen se trabaja en esa atención temprana, van a tener un mejor desarrollo. Todo lo que se haga va a ser positivo, evidentemente. ¿Que van a llegar como Pablo? Pueden llegar a donde lleguen. Mientras más se les estimule, mucho mejor, más les va a beneficiar. Eso está clarísimo. Dentro de los servicios que prestamos tenemos recursos educativos; trabajamos con nuestro chicos durante la escuela como un apoyo. Ese trabajo está teniendo unos resultados magníficos. Antes difícilmente antes una persona con síndrome de down podía leer y escribir y en la actualidad, en nuestra asociación, más del 90% de los chicos que van a la escuela terminan aprendiendo a leer y escribir.

-¿La sociedad respeta a las personas con síndrome de down?

-Creo que sí. Hace 30 años, a una persona con síndrome de down no la veías en la calle. Hoy la ves en la calle, como cualquier otra persona; en una discoteca, en un bar tomándose un café, yendo a un cine. El respeto es evidente.

-¿Qué le parece el rifirrafe que hay por el Metro entre el Ayuntamiento y la Junta?

-Siempre el que sale perjudicado es el ciudadano. Yo no sé si el metrobús es mejor que lo que propone la Junta o el alcalde tiene razón o no la tiene. Yo lo que quiero es lo mejor para mi ciudad y los técnicos deben decir cuál debe ser la mejor vía porque es una lástima que ya que se ha conseguido el Metro en Málaga que se paralice porque, insisto, el perjudicado va a ser el ciudadano.

-¿Qué haría en los terrenos del Repsol?

-Estamos tan faltos de jardines y zonas verdes que yo dejaría de lado tanto cemento. Pondría un parque, Málaga lo necesita.

-¿La situación política se va a desbloquear el 26-J?

-Espero que sí, porque a nosotros indirectamente nos afecta porque que no haya un Gobierno estable. Yo no me voy a decantar ni por un Gobierno de izquierda o de derecha. Lo que quiero como español, andaluz y malagueño es que haya un Gobierno estable, que saque leyes, que no esté esto paralizado, que llevamos desde el mes de diciembre con las administraciones paralizadas. Esto nos perjudica en todos los aspectos. Me gustaría que después de estas elecciones de junio que salga el Gobierno que salga, pero que trabaje por España y por los españoles.

-¿Qué le mejoraría a Málaga?

-Al río Guadalmedina lo mejoraría. Tengo amigos que vienen de fuera de Andalucía y siempre me dicen lo mismo, que con lo bonita que está la ciudad, el río lo fastidia todo. Sé que es muy costoso. Pero hay ciudades como Valencia, Almería que tenían un río seco prácticamente y se sacó dinero para poder arreglarlo. Yo no digo que haya embovedamiento... o lo que sea. Quiero algo que mejore la vista. También creo que nuestras barriadas están un poquito dejadas. No sólo el centro tiene que estar en condiciones. Y que se creen más empresas. Estamos en el veintitantos por ciento de paro. Málaga es la sexta o séptima de España en paro. No nos merecemos tener esa cantidad de parados. Tanto la iniciativa privada como la pública deberían hacer una apuesta mayor por el empleo.

-¿Y en infraestructuras o servicios?

-Un tren de Nerja a Estepona, que recorriera toda la costa. Costoso es evidente. Pero el beneficio sería mayor que el gasto que en un principio generaría. ¿Pero te imaginas un tren de costa a costa en esta provincia que vive del turismo?

-¿Qué compromiso político incumplido reclamaría de la administración que sea?

-Una vivienda digna, un trabajo digno. El trabajo y la vivienda son fundamentales. La Constitución dirá muchas cosas, pero hay mucha gente en la calle. Si tienes trabajo puedes acceder a una vivienda. A fecha de hoy ningún Gobierno sea del signo político que sea lo ha cumplido.

-¿Algún deseo?

-Que algún día no hubiera asociaciones [como Down Málaga] porque el sistema funciona. Porque las asociaciones prestamos servicios que corresponden a las administraciones. Nosotros por ejemplo tenemos preparadores laborales que trabajan con nuestros chicos para que accedan al mercado laboral porque a nivel de administración, de Servicio Andaluz de Empleo, no funcionan las cosas como tienen que funcionar. También desearía que una persona con síndrome de down tuviera acceso a una vivienda a la edad correspondiente, con subvenciones para facilitarle ese acceso. Espero verlo, pero el día que la persona con síndrome de down no precise de todo esto [su organización], entonces me daré por satisfecho.

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