La disputada tarta de la sanidad privada

Infraestructuras sanitarias Crece la competencia del sector privado

El sector atiende a unos 100.000 pacientes, genera 5.000 empleos y factura 400 millones al año · La crisis y la apertura de nuevos centros torna más dura la competencia

El gerente del Centro Hospitalario Integral Privado, Jesús Burgos (izquierda), el día de inauguración de las instalaciones.
El gerente del Centro Hospitalario Integral Privado, Jesús Burgos (izquierda), el día de inauguración de las instalaciones.
Leonor García / Málaga

20 de diciembre 2009 - 01:00

Basta escuchar un rato la radio para advertir que la tarta de la sanidad privada está muy disputada en los últimos tiempos en Málaga. Los anuncios publicitarios se suceden en un intento por hacerse con un trozo más grande de un mercado que se ha vuelto más difícil a cuentas de la crisis y del desembarco en la provincia de nuevas empresas. Y la tarta a repartirse son los 100.000 pacientes que cada año utilizan la sanidad privada.

Casi en paralelo con las denuncias sindicales de falta de 700 camas hospitalarias en el sector público, la sanidad privada lleva un lustro acometiendo proyectos para renovarse, crecer o para entrar en Málaga, como es el caso de Xanit o del Grupo Quirón. La reforma de la Clínica Santa Elena, la ampliación de La Encarnación y la apertura del Hospital Quirón han fortalecido el sector en el último año con 200 nuevas camas. Xanit ya sumó otras 111 cuando abrió en Benalmádena en 2006. Ahora, con más de 2.300 camas, la sanidad privada acapara casi la mitad de las 5.141 de la provincia. Y hay más proyectos en marcha. La Clínica El Ángel y el Hospital Parque San Antonio también han iniciado obras.

Es indudable que el sector tiene un gran dinamismo empresarial. Frente a la sanidad pública, juega con tres bazas. "Mayor rapidez, atención más personalizada y mejor hostelería", resume el gerente del Complejo Hospitalario Integral Privado (el llamado CHIP, que agrupa a La Encarnación y su ampliación), Jesús Burgos. Pero ahora más que nunca, las empresas también tienen que marcar diferencias con los demás centros privados para tratar de ganar una mayor cuota de mercado.

"Somos los más antiguos y los más innovadores", dice el gerente del CHIP. Burgos resalta que este complejo hospitalario es malagueño. Su germen fue la Clínica Los Remedios, fundada por su abuelo en 1950. Además, insiste en que el centro da atención integral desde la consulta con un especialista pasando por las pruebas diagnósticas hasta la intervención. "Es un nuevo concepto en sanidad privada", asegura.

El gerente del Sanatorio Gálvez, Fernando Castillo, también apela a la trayectoria de este centro privado en Málaga: "Muchas décadas de trabajo serio, profesional, ético y puntero nos avalan. Nuestro principal activo es la experiencia demostrada en una completa gama de actividades médicas y quirúrgicas tanto programadas como urgencias. En Obstetricia siempre hemos sido líderes y seguimos siéndolo, tanto en el número de partos asistidos año tras año, como en atención perinatal especializada".

El gerente del Hospital Quirón, Ángel Giró, destaca la trayectoria del grupo que lleva casi 60 años en España. "Es un hospital de tercer nivel con equipos de profesionales propios que trabajan en exclusiva para Quirón y que ofrecen un abordaje multidisciplinar", sintetizó. Sus bazas, dice, son su tecnología puntera, la alta cualificación de sus profesionales, el confort hotelero y su UCI neonatal, entre otras cosas.

Xanit pregona lo más destacado de su oferta asistencial: atención integral en Oncología que incluye diagnóstico, cirugía y radioterapia, asistencia muy cualificada en Cardiología, área en la que realizan hasta reparaciones de válvulas aórticas y mitrales; además de chequeos médicos de los que sacan ofertas puntuales. Su director de desarrollo de negocios, Luis de Funes, cree que Málaga capital está "saturada" de medicina privada. "Pero en la Costa del Sol, desde Torremolinos a Marbella sólo estamos nosotros", apunta.

Ahora, la sanidad privada debe hacer frente a una mayor competencia y encima a los vientos de crisis. Según Funes, el Hospital Xanit -que ya lleva cuatro años abierto- va capeando muy bien el temporal e incluso ha logrado incrementar en torno a un 40% los pacientes de compañías de seguro nacionales. El gerente del CHIP todavía no puede hacer balance de sus nuevas instalaciones porque acaban de abrir, pero insiste en que el sector es "un negocio diésel" al que le cuesta arrancar y que los resultados son a largo plazo. No obstante, reconoce que la crisis se nota porque muchas compañías de seguro congelan sus precios y hasta intentan obtener reducciones.

De los 100.000 pacientes que usan la sanidad privada, unos 53.000 son empleados públicos con mutualidades. El resto son en su mayoría particulares que contratan directamente con compañías privadas. La cuota oscila entre los 35 y los 100 euros mensuales, según la edad y la cobertura.

La gerente de Asisa en Málaga, Pilar Gómez, asegura que la época de vacas flacas se nota. "La gente tiene dificultades para hacer frente a los pagos, pero paga como puede. La crisis la estamos notando, pero menos de lo que pensábamos".

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