Municipal Obras en la ciudad

Testigos de una obra sin fin

  • Urbanismo comienza la tercera fase de reurbanización de la calle Cuarteles, que deberá estar antes de 2011 · Comerciantes se quejan de su efecto, que suman al de otras obras como el aparcamiento de Salitre y el Metro

530.000

Cuatro años conviviendo con el polvo, el ruido de las máquinas, con las pantalladoras que muerden el suelo, con los obreros que reponen lo antes demolido... Esta descripción, tantas veces usada para describir las penurias de los vecinos de Carretera de Cádiz, no alude a esta zona de la ciudad, sino a otra más próxima al centro. Los vecinos y comerciantes de El Perchel son testigos desde hace cuatro años de una secuencia continuada de proyectos: el aparcamiento de la calle Salitre y su reurbanización; las obras de desdoblamiento de la línea del Cercanías en la calle Cuarteles y todas las fases de cierre que esta vía sufre aún, y cómo no, el comienzo de los tajos del Metro en Callejones del Perchel.

Un paseo visual por este espacio permite comprobar cómo a la finalización de unas obras ha traído casi sin descanso el inicio de otras. Ahora, por ejemplo, las máquinas levantan la acera norte del tramo final de Salitre, al parecer para ampliar la reurbanización efectuada en la parte afectada en su día por el aparcamiento, y el Ayuntamiento acomete el último y definitivo tajo de la reposición de Cuarteles.

Dos han sido las actuaciones que en los últimos años se han efectuado en este vía. Primero fue el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), dependiente del Ministerio de Fomento, el que tras mantener abierto en canal durante algo más de tres años la parte entre la estación de Renfe y la calle Plaza de Toros Viejas, cerró y dignificó este espacio, ensanchando las aceras y reduciendo a los carriles. El modelo, diseñado por el Consistorio, es el que se quiere implantar para el resto de la vía, pero la tarea se alarga más de lo previsto.

La Gerencia de Urbanismo quiso aprovechar el primer Fondo Estatal de Inversión Local (Feil) para actuar sobre la zona restante, es decir, entre Plaza de Toros Viejas y el cruce con Pasillo del Matadero. Redactado el proyecto, adjudicada la obra y puesta en marcha la actuación, los técnicos del departamento acabaron por darse cuenta de que el dinero del que se disponía, 423.000 euros, no era suficiente para acometer íntegramente la intervención.

El problema es que sólo se previó levantar las aceras, cambiar el pavimento e instalaciones, sin tocar en absoluto el asfalto de la calle, más elevado de lo normal. Esta circunstancia obligó al Ayuntamiento a destinar la cuantía aportada por el Gobierno central a una fase menor de la contemplada de inicio, aplazando el resto para una segunda etapa, que es la que ahora acaba de iniciarse con cargo al segundo Plaza Zapatero. La empresa Imaga, adjudicataria de la intervención, dispone de cinco meses para desarrollar unos trabajos valorados en 530.000 euros y que, de no demorarse en exceso, debe permitir a los vecinos y comerciantes del entorno disfrutar de la nueva calle Cuarteles antes de fin de año. Una fecha nada baladí para los comerciantes.

"Es importante que acaben antes de final de año, porque para nosotros las fiestas navideñas pueden representar un repunte en las ventas", comenta Julio Basterrechea, gerente de la Asociación de Comerciantes de la zona de El Perchel.

El representante de los comerciantes admite cierta "resignación" entre los afectados, toda vez que no es la primera que se anuncia una fecha de culminación y no se cumple. "El gran problema del que se quejan los comerciantes es el punto de transición entre la zona donde terminaron la fase previa y lo que queda por hacer, porque cada vehículo que pasa levanta mucha tierra, mucho polvo y se vuelven locos limpiando permanentemente", comenta.

Pero el gerente de los comerciantes subraya que el efecto que pesa sobre la zona no radica solo en la obra de Cuarteles, sino que hay que ampliarlo a los trabajos de Salitre, del Metro y a la construcción del mercado de El Carmen en Plaza de Toros Viejas. "Estamos rodeados", apostilla, al tiempo que destaca que el que sean obras tan continuadas ha acabado por desesperar a algún que otro comerciante, que ha optado por el cierre.

Eso sí, la última fase de calle Cuarteles permitirá dotar la zona de aceras mucho más amplias que las actuales, rebajando además el espacio destinado al vehículo privado a un solo carril (frente a los dos anteriores), a la vez que se fija una plataforma reservada para el transporte público.

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