El Metro de Málaga celebra un nuevo hito en su lento pero constante avance hacia el centro de la ciudad. Los operarios de la adjudicataria de la obra del suburbano iniciaron ayer los primeros trabajos de construcción del paso de la línea 1 (Teatinos-Malagueta) bajo la ronda oeste, por la que a diario transitan alrededor de 100.000 vehículos. La programación diseñada por los responsables del proyecto hace prever que la ejecución de esta parte del trazado se prolongarán alrededor de tres meses.

El impulso a esta fase de la infraestructura tiene lugar después de que a finales del pasado mes de junio se recibiese la autorización por parte de la Dirección General de Carreteras, organismo dependiente del Ministerio de Fomento al que compete permitir una intervención de este tipo. E método de construcción del túnel elegido es el conocido como túnel en mina, o método belga, si bien en su momento los responsables del Metro plantearon la opción de realizar un desvío alternativo a la autovía para acometer esta parte de la obra mediante muros pantalla, evitando de este modo cualquier problema en el desarrollo de los trabajos bajo la carretera. El planteamiento fue desechado por Carreteras.

Desde la Junta de Andalucía destacaron que el paso dado supone el inicio de "una de las actuaciones más singulares" del proyecto, al tiempo que aclararon que la misma "no llevará aparejada afectación para la ciudadanía ni cortes en el tráfico rodado". Asimismo, explicaron que estos trabajos se han empezado a acometer desde el pozo de ataque situado en la calle Prosper Merimée.

El primer paso en el proceso de ejcución del paso soterrado, de unos 60 metros de longitud y una profundidad de unos 15 metros, pasa por la construcción de una especie de paraguas de micropolotes con el que garantizar una mayor protección durante la excavación del trazado. Cada uno de estos micropilores tiene 20 centímetros de diámetro, con un espacio entre sí de 40 centímetros y una longitud de 10 metros.

A este primer paso le seguirá la construcción de la bóveda, cuyo sostenimiento se realizará mediante el apuntalamiento de madera, para finalmente ser cubierta con hormigón. Tras esta etapa, se iniciará la excavación de la destroza, que consiste en la realización de una caja central dejando un margen de entre 1 y 1,5 metros en las paredes laterales del túnel. Esta operación se lleva a cabo mediante una máquina excavadora, retirándose después las tierras mediante camiones.

El final del proceso de ejecución del túnel se realizará con la excavación de la contrabóveda y su hormigonado, dando paso al montaje de la vía y la posterior implantación de las instalaciones y sistemas ferroviarios.