Cultura

Una voz para ser ciudad

  • El Coro de Ópera de Málaga celebra su 25 aniversario el próximo sábado en el Teatro Cervantes, con un concierto especial junto a la OFM y con el 'Requiem' de Verdi entre manos

Pocos elementos resultan tan representativos del devenir de la cultura en Málaga en las últimas décadas como el Coro de Ópera de la ciudad, que celebrará su 25 aniversario el próximo sábado 15 en el Teatro Cervantes, con un concierto extraordinario junto a la Orquesta Filarmónica de Málaga y una nómina de solistas en la que figuran la soprano Seyoung Park, la mezzosoprano María Luisa Corbacho, el tenor Xavier Moreno y el bajo Rubén Amoretti. El programa para tan feliz ocasión presenta una única pieza, el monumental Requiem de Verdi, oportunidad de oro para comprobar lo que la formación puede dar de sí. Bajo la dirección de Salvador Vázquez, que tomó el relevo de Francisco Sánchez tras el fallecimiento de éste en 2012, el coro disfruta durante este año gracias al aniversario de diversas actividades entre recitales, ciclos de conferencias (los sábados 22 y 29 de este mes se celebrarán en el Museo Interactivo de la Música las Jornadas de Ópera al hilo del cumpleaños), exposiciones y otros menesteres. Sin embargo, con una temporada lírica esquilmada y el Auditorio apartado del horizonte, la labor del Coro de Ópera de Málaga adquiere en el presente rasgos heroicos. Y es que, frente al discurso triunfalista de la cultura en la ciudad, esta agrupación revela que los pasos de cangrejo han sido demasiados.

El presidente del coro, Luis Tentor, es uno de sus miembros fundadores, y recuerda que fue el alcalde Pedro Aparicio quien consideró en 1988 la necesidad de formar un coro para apoyar a la Orquesta Ciudad de Málaga, aún en proceso de gestación, en sus programas lírico-sinfónicos. "El entonces director del Teatro Cervantes, Carlos de Mesa, se encargó de hacer las pruebas de selección junto a Manuel del Campo y María José González. Y es curioso, pero a aquellas primeras pruebas acudió muchísima gente. Se respiraba un verdadero furor, había ganas de participar en aquello. Miguel Sánchez Ruzafa fue el primer director, y en la primera formación había gente como Carlos Álvarez". En la actualidad, apunta Tentor, no resulta tan fácil encontrar refuerzos, especialmente cuando se trata de hacer un concierto sinfónico, que requiere un mínimo de 85 voces. En la cita del próximo sábado el Coro de Ópera contará con 90 cantantes, entre ellos algunos antiguos miembros que han sido invitados formalmente a volver para la ocasión y otros procedentes de grupos cómplices como la Coral Cármina Nova. En todo caso, como apunta el director, Salvador Vázquez, "si en un momento dado hay que hacer selecciones, aunque sea para una ópera en la que se necesitan menos cantantes, eso constituye una buena señal".

Luis Tentor evoca algunos de los episodios más felices de la historia del Coro de Ópera de Málaga: una producción de Turandot en 1993 en la que el público del Cervantes arrancó a aclamar al coro, una Bohème de Puccini en el Teatro de la Maestranza de Sevilla con dirección escénica de Franco Zefirelli en 1995... Pero la mejor época, en todo caso, fue aquélla "en que teníamos a lo largo del año varias óperas, zarzuelas y conciertos sinfónicos en el Teatro Cervantes dentro de la temporada lírica. Eran años de mucho trabajo y mucha satisfacción, pero aquello se terminó. Este año tenemos hasta once actividades gracias al aniversario, pero el año que viene tenemos un Elisir d'amore en mayo y una Novena de Beethoven en diciembre. Y se acabó. Con eso es muy difícil mantener activo un coro. Hace cuatro años que no cantamos zarzuela, que es un género que tanto el público como nosotros disfrutamos mucho. No entendemos qué gana la ciudad dejando la temporada lírica en dos óperas. La crisis podrá obligar a recortar, pero no hace mucho los aficionados hacían cola a las siete de la mañana en las taquillas del Cervantes los días que salían los abonos y eso ya no se ve ni de lejos". El freno en seco del proyecto del Auditorio con la extinción del consorcio también ha supuesto para el coro un jarro de agua fría: "Actualmente ensayamos en el Ateneo de Música y Danza. La institución nos recibe con generosidad, pero cuando se incluyó en el proyecto del Auditorio una sala de ensayos para nosotros nos hizo mucha ilusión. Por fin íbamos a tener un lugar nuestro, adaptado a nuestras necesidades, sin tener que ir como acogidos a ningún sitio. Los ensayos con la OFM en el local de la orquesta son incómodos, sencillamente porque no cabemos y tenemos que empujar para entrar todos. Y cuando creíamos que al menos podríamos ver una solución en el horizonte, resulta que ya no podemos esperar nada de esto. Lo más importante, no obstante, es que sin el aliciente del Auditorio será mucho más difícil lograr que el público regrese".

El director del Coro de Ópera, Salvador Vázquez, nombrado a su vez recientemente (tal y como adelantó Málaga Hoy) nuevo director de la Orquesta Sinfónica Provincial de Málaga, hace una reflexión al respecto: "En la pasada edición de la Noche en Blanco, el coro hizo una actuación al aire libre, en el Patio de los Naranjos, junto a la Catedral. Interpretamos un repertorio de ópera y zarzuela y el recinto habilitado se llenó, el público lo disfrutó muchísimo, nadie quería irse. Cuando terminó, todos vinieron a felicitarnos. Ahí pudimos comprobar que sigue habiendo una gran afición a la música coral en Málaga, a pesar de todo. Sin embargo, hace poco hicimos una versión en concierto de Falstaff de Verdi con Carlos Álvarez y la OFM y el Teatro Cervantes no llegó a llenarse. Entonces, conviene preguntarse qué sucede, porque es evidente que hay un público en Málaga para la lírica, igual que lo hay para otras cosas, pero luego las propuestas que se hacen no parecen convencerle". En este sentido, Vázquez considera que el Auditorio "tendría asegurada una afluencia notoria sólo con la Costa del Sol, pero para lograrlo habría que hacer las cosas bien".

En el presente, el mayor empeño de Salvador Vázquez pasa por incorporar voces jóvenes al Coro de Ópera, "aunque tenga que reducir las exigencias más de lo que yo quisiera". He aquí un patrimonio que merece, al cabo, otros 25.

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