No es nada frecuente y quizás estemos mal acostumbrados, por ello, que se presente un proyecto casi tres semanas antes del plazo indicado provoca cuanto menos sorpresa. El pasado jueves a las 14.00 finalizó el plazo de admisión de ideas de los ocho equipos seleccionados para el proyecto de construcción del Auditorio de Málaga. Ayer, tan sólo 24 horas después de echar el cierre, un fax del Ministerio de Fomento anunciaba la presentación el próximo lunes del ganador del certamen. La propia Magdalena Álvarez será la encargada de dar a conocer el diseño de lo que pretende ser un hito arquitectónico en la ciudad. La publicación de la decisión estaba prevista para el próximo 6 de febrero, según la propia web del consorcio.

En una parcela de 31.300 metros cuadrados en el Puerto de Málaga, explanada de San Andrés, se va a construir una infraestructura que reordenará el entorno, creará una nueva fachada marítima de la ciudad y, lo más importante, dotará a Málaga de un espacio para la música del que adolece una ciudad que casi alcanza los 600.000 habitantes. El Auditorio, según las bases, contará con una sala principal de 1.800 butacas y de una sala de cámara para 400 personas. Será la sede definitiva de la Orquesta Filarmónica de Málaga y también acogerá programación lírica.

A un pastel de 72 millones de euros se arriman muchos golosos. De las sesenta propuestas presentadas inicialmente, se rechazaron seis por defectos de documentación. Los 54 restantes tenían "un elevado nivel de calidad", según dijo en su día Magdalena Álvarez. Finalmente, fueron elegidos ocho propuestas, en las que se incluían dos estudios malagueños y otro más como colaborador, uno de Dinamarca, otro de Holanda y otro del Reino Unido.

A principios de noviembre los expertos visitaron el terreno para plasmar in situ sus modelos de edificio. Federico Soriano y Agustín Benedicto fueron los primeros en explicar el cauce por el que iba a discurrir su trabajo. Integrar la luz del Mediterráneo en un "instrumento que ante todo tiene que funcionar y sonar bien" fueron sus claves. Aunque sólo comparecieron tres de los ocho ante la prensa, todos incidieron en que la mayor complejidad del programa presentado por el concurso es la condición multidisciplinar del espacio, que será de uso sinfónico y lírico. El mar será, sin duda, inspiración.