Cultura

Una infancia 'orquestada'

  • Nace en Málaga una orquesta de cámara pionera en Andalucía con niños de 8 a 10 años, dentro del proyecto Promúsica que completa así todo el espectro estudiantil de los conservatorios de música

La música puede acompañar al crecimiento de quienes ven en ella una prolongación de sí mismos. Como vehículo de formación tiene en los conservatorios una enorme cantera, dispuesta a dejarse llevar por unas partituras que sueñan poder dar vida sobre el escenario. Hace dos años, Javier Claudio Portales decidió probar en Málaga una iniciativa similar a la emprendida por José Antonio Abreu en Venezuela: formar orquestas infantiles y juveniles con el sano propósito de fomentar la integración social y la convivencia. Con alumnos de 18 a 24 años del Conservatorio Superior -donde él imparte clases de violín- decidió entonces crear la Orquesta de Cámara Promúsica, bajo el auspicio de la Fundación Musical de Málaga. Concebida como una suerte de orquesta madre nació con la idea de dar salida, con el tiempo, a otras dos orquestas de cámara que completaran así los tres grados de la carrera musical (Elemental-Profesional-Superior). Tras su ramificación en la orquesta de grado profesional, ahora ve la luz la tercera formación, pionera en Andalucía: una orquesta de cuerda con una veintena de menudos músicos de entre 8 y 10 años.

Estudian grado elemental de música en diferentes conservatorios malagueños, tuvieron su primer ensayo el pasado 5 de febrero -en la sede del Colectivo Cultural Maynake- y demuestran "una ilusión tremenda por compartir su amor a la música con niños de su misma edad", comenta Portales, promotor de este proyecto. La formación lleva la batuta de las jóvenes violinistas Lucía García e Irene Martín, seleccionadas desde las dos orquestas de nivel superior y formadas durante seis meses en su nuevo cargo. Ellas cederán el testigo a otro miembro de la orquesta de grado superior cuando acabe el año 2011. De esta forma, el proyecto se conforma como una gran escuela de orquestas, donde formarse como instrumentistas y también como docentes. Además, como explica Portales, los miembros de cada una de las tres orquestas ejercen de ayudantes en los ensayos para mejorar las de nivel inferior.

El repertorio con el que comienzan a trabajar estos pequeños músicos, de cara a su puesta de largo el próximo mes de junio, incluye piezas "adaptadas a su nivel" como la suite El carnaval de los animales de Camille Saint-Saëns. Durante una hora y media, cada sábado ensayan esta y otras partituras con el deseo de emular a sus precursores. Las otras dos orquestas Promúsica en apenas un año ya han recorrido la práctica totalidad de los auditorios de la capital (como los teatros Cervantes, Alameda, auditorio de la Diputación y Sala Falla). Los violines, violas, violonchelos y contrabajos de estos debutantes son capaces de interpretar notas que van desde el Barroco a la Música Contemporánea.

Las orquestas de grado profesional y superior los días 11 y 12 de abril ofrecerán sendos conciertos dentro del ciclo de cámara que se celebra en la Sala Falla, con piezas como la Sinfonía de los adioses de Haydn; las danzas rumanas de Béla Bartók; o la Sinfonía de los juguetes de Mozart, entre otras.

La práctica orquestal se complementa con cursos para cada especialidad con profesores como Félix Ayo (de Roma), Eva Graubin (de Barcelona), así como conferencias y coloquios como el que ofreció el violinista malagueño Jesús Reina, actualmente desplazado al Manhattan School de Nueva York.

Promúsica ha creado una escuela de padres con sesiones bimensuales donde los progenitores exponen sus inquietudes y expectativas musicales respecto a sus hijos. Se les facilita información sobre el estudio, el miedo escénico, el mantenimiento del instrumento, junto a bibliografía de apoyo con la que caminar al son de sus pequeños Mozart.

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