Walter Tavares tenía 17 años y no había poseído unos zapatos adecuados para su tamaño desde tiempo atrás. Ese 55 que calza se lo debe a un alemán que visitó Praia, la capital de Cabo Verde, archipiélago situado unos 1.500 kilómetros al sur de las Canarias. El alemán residía en Las Palmas y le preguntó que si quería jugar al baloncesto, que tenía amigos en la cantera del club amarillo. Tavares no comprendía muy bien en qué consistía aquello. Era finales de 2009 cuando aterrizó en Las Palmas. Cuatro años y medio después es una de las sensaciones de la ACB, este verano será elegido en el draft de la NBA y es uno de los problemas más serios que abordará el Unicaja en estos cuartos del final del play off.

La progresión de Tavares, que mide 2.20 metros y posee una envergadura de 2.40 que le convierte en un bastión defensivo de altísimo nivel, tuvo en Málaga un hito. Realizó un partidazo en los cuartos de final de la Copa ante el Real Madrid, con 16 puntos, 12 rebotes, cuatro tapones y 31 de valoración, sólo superados por los 32 de Mirotic en la final. Fue la única piedra con la que el equipo de Pedro Martínez le hizo daño al transatlántico blanco. Pero, si no estaba en sus agendas ya, su nombre pasó a figurar en los papeles de todas las franquicias de la NBA presentes en el Carpena. El Unicaja pudo comprobar hace dos semanas cómo se las gasta el gigante caboverdiano. Sus dos primeras acciones defensivas fueron dos tapones sobre Stimac, al que sacó del partido. 11 puntos, seis rebotes, cuatro tapones y 22 de valoración fueron sus cifras. Al final promedió. 6.1 puntos, 6.6 rebotes, 1.6 tapones y 10.9 de valoración ha promediado en la temporada regular. Sólo Fran Vázquez taponó más que él. Fue elegido en el mejor quinteto de jóvenes de la ACB y su proyección se advierte infinita.

El Herbalife tiene contrato con Tavares para un par de temporadas más, pero aún posee ficha de vinculado, con un sueldo bajo, y no tiene cláusula de rescisión, por lo que su salida no sería demasiado cara. Pretende el club canario amarrarle aunque sea para hacer caja, pero aún no lo consiguió. Estos play off son un escaparte más para Tavares, con 22 años ya cumplidos y que este junio es automáticamente elegible en el draft. No caerá más allá de los primeros puestos de la segunda ronda, según las previsiones. Aunque le quede algún punto más de cocción en Europa sus cualidades son diferentes. Tiene una movilidad excepcional para su altura, un muy estimable 71% en tiros libres y un techo de mejora altísimo. Su hambre y ética de trabajo sorprende incluso a Pedro Martínez, que ha reparado con Tavares el agujero que ha dejado la lesión de Xavi Rey, que, como O'Leary, se perderá el duelo ante el Unicaja. Sí pretende llegar Eulis Báez, lesionado en el partido de hace dos semanas ante los malagueños, y que ayer volvió a ejercitarse con el grupo.

Justamente hablaba ayer Tavares en rueda de prensa sobre el duelo ante el Unicaja. "Es un partido que uno siempre quiere jugar. Especialmente a mí, que hasta ahora no he tenido muchas oportunidades de jugar partidos así de importantes. Intentaré hacer lo máximo que pueda y disfrutar del partido. Es un partido muy igualado. Tenemos que hacerlo todo bien para ganarles", decía Tavares, que regresa al escenario donde impactó en febrero pasado con muchas ganas: "Físicamente estoy muy bien y muy motivado. Estoy bien mentalmente. Estoy muy motivado para jugar el play off. El físico lo dejo a un lado, me centro en las ganas y la fuerza que tengo de jugar el partido. Valoro muy bien mi temporada, especialmente porque no he tenido lesiones graves y no he tenido que estar parado apenas. Me alegro por no haberme lesionado y por haber disfrutado todos los minutos que he tenido".