Euroliga

Recital, atasco, colapso (67-64)

  • El Unicaja domina por 20 puntos en 15 minutos magistrales y los tira a la basura Pese a la derrota, pase al 'Top 16' asegurado.

Es complicado explicar lo que ayer hizo el Unicaja en Limoges. Concentró en 40 minutos 15 minutos excepcionales y 25 minutos lamentables. De ganar por 20 puntos (12-32) en una exhibición a perder (67-64), después de empeñarse en hacerlo, en un ridículo de los que duelen y resquebrajan confianzas y obligan a la reflexión. La falta de dureza mental para rematar en Berlín y Limoges ponen en solfa aptitudes del equipo que ahora se ven no son infalibles y a veces escasean. No obstante, desde Tel Aviv llegó la confirmación de que el equipo estará en el Top 16 por décima temporada consecutiva. Queda el regusto amargo de que se consigue sin brillo, sin exprimir el potencial que amaga con enseñar este equipo.

Alarmó la pobreza de conceptos del Unicaja para atacar la zona, de la 2-1-2 presionante a la 2-3, que empleó como último recurso Jean-Marc Dupraz. Preocupa esa repentina fragilidad para cerrar partidos que exhibe ahora el equipo malagueño, esa mezcla de mala leche y saber estar que ahora se ha evaporado. Quizá una de las razones esenciales sea el preocupante estado de forma de Jayson Granger, el que debe ser, seguro que será, el faro del equipo conforme avance la temporada. Pero ahora se echa en falta su determinación y su acierto. En fin, una derrota fea si se une a la cosechada en Berlín. Alba y Limoges son conjuntos que deben estar por debajo del Unicaja. Y sí, se les ha ganado el average a los dos y por eso el Top 16 es un hecho. Pero no se debe eludir el análisis. Y el equipo está en un momento en el que duda, por más que haya ganado mucho y esté haciendo los deberes sin tacha. Pero si se piensa en grande, en escalar altas montañas, queda mucho trecho de mejora.

El Unicaja realizó una salida salvaje, pleno de concentración y de ganas, como si tuviera hambre atrasada, alguna cuenta pendiente, una bronca reciente en los oídos o todo junto. Es difícil competir a domicilio en Europa aunque el Unicaja ya tiene una vasta experiencia en la competición, como varios de sus jugadores. Pero los primeros 16 minutos de partido fueron una sinfonía malagueña. Qué contraste con lo que vendría después, verdaderamente inexpicable. Sobre todo, defensivamente. Por momentos parecía imposible que el Limoges perforara el aro malagueño. Fran Vázquez echó el candado y empequeñeció a su par y a todos los demás. Las ayudas se multiplicaban y el equipo amarillo sudaba en cada ataque. Apenas un par de canastas fáciles, todas las demas muy sudadas. Mientras, Markovic mecía la cuna en ataque para generar situaciones ventajosas y Fran remataba ahí el trabajo detrás. Variedad de anotadores, a a veces en transición, a veces con buenas circulaciones. O en poderodos rebotes de ataque, como un mate-palmeo de Will Thomas. Kuzminskas apareció para poner 20 puntos de renta (12-32). La derrota cajista se pagaba 100 a 1 en ese momento.

Pero Dupraz se sacó de la manga la zona y el Unicaja colapsó. Ni desde el banquillo ni en la pista se encontraron soluciones para desactivar un recurso bastante frecuente en los equipos para igualar las fuerzas o cortar las rachas rivales. Se puede reducir a la falta de acierto en el triple la incapacidad para romper esa defensa. Pero no se queda ahí. No se encontraron situaciones sencillas para el tiro. El Limoges es un equipo con una gran capacidad atlética, con mucha capacidad de pelea y que ha puesto en dificultades en los dos partidos al Unicaja. Sí, es el campeón de Francia y en la Euroliga no juegan bandas. Pero el Unicaja demostró ser mejor en ese arranque espectacular. Ya al final del primer tiempo el equipo rival había comprimido (31-42).

Y llegaría el momento del desplome absoluto. En apenas 12 minutos se habían evaporado los 20 puntos de renta adquiridos. Ya en el tramo final del tercer cuarto había empatado otro elemento diferenciador del partido. Si Fran había tiranizado, el brasileño Batista le hizo mucho daño después. Anotó 14 puntos sin fallo y aquello estaba igualado (41-41). Dos triples seguidos de Toolson y Green dieron respiro (57-62), pero volvió el marasmo. En el carrusel final Suárez erró un triple para mandar el partido a la prórroga y el Unicaja volvió a casa con el Top 16 en el bolsillo pero con mal cuerpo por una derrota dolorosa que enseña los campos de mejora.

Ficha Técnica

67 - Limoges (8+13+22+24): Westermann (8), Curry (0), Boungou-Colo (12), Moerman (9), Zerbo (2) -cinco inicial-, Batista (14), Plaisted (2), Smith (18), Southerland (0), Kante (0), Tchicamboud (0) y Camara (2).

64 - Unicaja (17+17+12+18): Markovic (11), Kuzminskas (4), Toolson (15), Green (7), Vázquez (9) -cinco inicial-, Granger (0), Thomas (7), Stefansson (5), Golubovic (4), Suárez (2) y Nguirane (0).

Árbitros: Gkontas (GRE), Javor (SLO) y Kartal (TUR).

Incidencias: Partido correspondiente a la octava jornada del grupo B de la Euroliga disputado en el Beaublanc de Limoges ante 5.000 espectadores.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios