Los bazares y establecimientos explotados por empresarios de origen oriental, los conocidos comúnmente como chinos, vuelven a estar en el punto de mira. La actuación del Ayuntamiento de Málaga contra la venta de alcohol fuera del horario permitido y a menores sigue traduciéndose en multas de elevada cuantía contra los propietarios de estos locales. Aunque lejos de los 40.000 euros impuestos a un negocio de la zona de La Malagueta el pasado mes de febrero, el área de Derechos Sociales acaba de multar a los propietarios de otros dos bazares con 15.000 euros por incumplir de manera reiterada la normativa en esta materia.

Según los datos publicados ayer en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP), uno de los afectados por la medida, cuya identidad se corresponde con las iniciales Ch.W., tiene que hacer frente a esta penalización por reincidencia en la venta de bebidas alcohólicas fuera del horario establecido, lo que está tipificado como una infracción grave. El otro sancionado, con la misma cuantía, es G. X, y lo ha sido por vender alcohol a menores de edad. En ambos casos, se trata de resoluciones firmes desde el 19 y 22 de noviembre.

Desde el área de Derechos Sociales precisaron que junto a las afecciones económicas se ordenó el cierre de los dos locales. El primero de ellos, situado en la calle Almería, fue precintado el pasado mes de septiembre, estando vigente la medida hasta el 17 de enero próximo, mientras que el segundo, situado en la calle Victoria, tiene decretado el cierre desde el 19 de julio pasado hasta el 19 de enero próximo.

La misma información recogida ayer en el boletín oficial detalla otras seis multas impuestas a otros tantos bazares chinos por el incumplimiento de la misma normativa, aunque con cuantías inferiores que oscilan entre los 1.500 euros y los 6.001 euros, dado que se trata de infracciones de carácter leve o grave, pero sin reincidencia.

Esta documentación ejemplifica la problemática de la venta de alcohol a menores y fuera del horario establecido, ya que, según los datos municipales, del orden al 85% de las multas que se fijan por estas infracciones recaen sobre este tipo de establecimientos. Los datos recabados hasta mediados de octubre pasado por el Ayuntamiento cifraban los expedientes sancionadores abiertos a 120, de los que 103 tuvieron como implicados directos estos locales.

Este dato supone una evolución más que considerable respeto a siete años atrás, cuando no hubo expedientes abiertos contra chinos. Tomando como referencia el pasado ejercicio 2011, fueron 62, 41 menos que en los nueve meses y medio iniciales de 2012, lo que pone de relieve una vuelta de tuerca en la inspección y control por parte de la Policía Local.

Al respecto, el propio concejal de Derechos Sociales, Francisco Pomares, explicaba a este periódico meses atrás la dificultad de poner coto al fenómeno. "A pesar de que se ponen las sanciones leves, los locales orientales reinciden, porque lo que buscan es seguir vendiendo lo máximo que puedan mientras se tramita el cobro de la multa, que puede ser largo", expuso.