El gerente de Urbanismo, José Cardador, solicitó a la Delegación de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía que el proyecto de construcción del hotel del puerto fuese sometido a una evaluación ambiental simplificada, ignorando el informe elaborado por los técnicos del departamento de Planeamiento. Los mismos eludieron emitir un pronunciamiento sobre la idoneidad de optar por la vía simplificada (unos seis meses de plazo) o la ordinaria (21 meses), dejando en manos del organismo autonómico la decisión final.

La decisión adoptada finalmente por el alto cargo de Urbanismo, que coincide con el planteamiento de la Autoridad Portuaria, ente promotor de los ajustes necesarios para que la intervención vaya adelante, queda recogida en una resolución emitida el 8 de junio pasado. En la misma, de manera directa se demanda el trámite ambiental más breve, si bien se añade: "en el supuesto de que el órgano ambiental determine que la actuación deba ser sometida a la evaluación ambiental estratégica ordinaria (…) la tramitación administrativa continuará por el cauce procedimental previsto".

Destacan "el cambio relevante en el paisaje portuario y marítimo de la ciudad" de la torre

La mención explícita a la vía simplificada contrasta con la posición neutral que adoptan los firmantes del documento técnico elaborado por Planeamiento. En concreto, el citado informe cuenta con la rúbrica del arquitecto municipal Carlos Lanzat; el jefe de servicio, Francisco Jiménez Játiva, y la jefa del departamento, Elena Rubio. Lejos de decantarse por uno u otro procedimiento, dejan en manos de Medio Ambiente la decisión final. "Procede solicitar el inicio de la Evaluación Ambiental Estratégica a la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía por el procedimiento que considere oportuno el órgano ambiental", dice textualmente el informe.

No obstante, el mismo informe menciona los acuerdos adoptados por el Pleno del Ayuntamiento sobre el proyecto hotelero. Si bien inciden en que el órgano municipal "no se ha opuesto" a la posible construcción de este edificio, con un volumen de 45.000 metros cuadrados, recuerdan que las iniciativas acordadas abundan en la necesidad de que el mismo cuente con "los máximos controles ambientales y económicos". "No es posible, por tanto, expresar ninguna objeción al respecto, dado el mandato de las mociones aprobadas", añaden los autores.

En el informe de Planeamiento se pone el acento en la envergadura de la modificación urbanística que se solicita. En concreto, se considera que la citada variación "tiene una especial relevancia" respecto a otras modificaciones anteriores en el puerto, "tanto en uso, como en ubicación y volumen edificatorio, no solo por el incremento sustancial de la edificabilidad y alturas de edificación en dicho sector, a la par que establece un cambio relevante en el paisaje portuario y marítimo de la ciudad".

Asimismo, se incide en que la razón de esta modificación no es otra que asignar el uso hotelero y una edificabilidad determinada a la zona donde se plantea la torre, en la que conforme al Plan Especial del Puerto vigente "no se menciona el uso hotelero". De facto, en este espacio únicamente se recogen la estación marítima ya existente y la propuesta de un edificio satélite acotado a una altura máxima de baja más dos, con tope de 13,5 metros, y 6.000 metros de techo. "Hacer un hotel de 45.000 metros en una parcela pensada para un edificio satélite de la estación marítima de 6.000 metros es por lo que se tramita la modificación del plan especial", subrayan los técnicos.

A pesar de la envergadura de la intervención, el Puerto aduce, conforme a la nueva Gestión Integrada de Calidad Ambiental de Andalucía (Gica), que la tramitación ambiental debe hacerse por la vía simplificada. Si bien Planeamiento no entra a juzgar esta opción, sí recuerda en su informe que la propia normativa autonómica apunta que una operación como la propuesta "puede someterse a Evaluación Ambiental Estratégica Ordinaria cuando así lo determine el órgano ambiental, de oficio o a solicitud del órgano responsable de la tramitación administrativa del plan".

Respecto al estudio ambiental formulado y presentado por la Autoridad Portuaria (contratado a la consultora Sfera) para reclamar la vía simplificada, los técnicos pone en duda parte del mismo. En concreto, señalan que el documento incluye de tres alternativas para la posible localización del hotel, "en respuesta a la exigencia legal de presentar alternativas razonables, técnicas y ambientalmente viables". Las mismas son la del dique de Levante; la del muelle 4 o Muelle Heredia, y la del muelle de San Andrés.

Sin embargo, dudan la validez de la propuesta, por cuanto la modificación que se plantea "es sobre unos terrenos concretos del dominio portuario; no sobre el uso hotelero en el conjunto del puerto". Por ello, entienden que dado que el ajuste corresponde a los terrenos del morro del dique de Levante "las alternativas deberían establecerse sobre dichos terrenos y los diferentes usos que podrían albergar y no sobre zonas fuera del objeto del ámbito de la modificación". Un criterio que, no obstante, se deja también en manos de la Delegación de Medio Ambiente. Los responsables de Planeamiento, conforme a la documentación entregada por el Puerto en la solicitud de la modificación de elementos, aluden a la necesidad de que "en el transcurso del trámite" se entregue cuanta documentación se considere necesaria, "incluido estudio de viabilidad económica".