Hace apenas trece meses Roberto Fernández y Manuel Aguilera decidieron adentrarse en el difícil mercado de las ginebras. A su favor tenían el boom de ventas que ha experimentado esta bebida alcohólica en los últimos años. Precisamente el incremento de la demanda que ha tenido es lo que llevó a estos jóvenes a empezar a hacer su propio destilado. Y lo hicieron apostando por la elaboración artesanal y por acercar al público variedad de aromas. Además de la clásica, sacaron una de fresa, otra de naranja y otra de limón. Su última apuesta ha sido una de melón y sandía. "Llevamos con un ella un mes y se está vendiendo muy bien. Está siendo muy bien acogida sobre todo por el público femenino", cuenta Roberto sobre la nueva Ginebra Alborán. "Las elaboramos a partir de una selección de los mejores botánicos y frutos que le aportan equilibrio y el toque cítrico que les caracteriza", explica uno de los propietarios de la empresa que resalta la nota de enebro que lleva la clásica y de la Alborán Orange y Lemon el punto de acidez. "Queríamos ser innovadores y aunque pensamos primero en la Alborá Strawberry con un comedido sabor a fresa quisimos dar un paso más", recuerda Fernández, quien reconoce que ésta es posiblemente la más vendida porque ya existían otras en el mercado que "le abrieron el camino".

Pero no sólo quieren ampliar en lo que se refiere a variedades de ginebras sino que también quieren extenderse territorialmente. La Ginebra Alborán se puede comprar en diferentes puntos de España como Madrid, Barcelona o La Rioja pero sus miras están puestas en Sudamérica. De momento, ya han iniciado contactos con empresas interesadas en Perú. "Queremos dar pasos firmes y apostar por inversiones seguras. Hace un año jamás podría pensar que íbamos a estar donde estamos. Tanto al principio como ahora tuvimos que adaptarnos al mercado y tener claro que existe mucha competencia", puntualiza.

También a nivel local donde ya tienen abiertas las vías de comercialización en grandes superficies, licorerías y restaurantes están buscando nuevos distribuidores para su expansión. "Estamos abiertos a alcanzar nuevos acuerdos para implantarnos en otras zonas que hasta ahora no cubrimos", señala este joven emprendedor. Actualmente la media de producción está en 2.000 botellas mensuales. Y si la expansión ya está en marcha tampoco tendría problemas de espacio para ampliar la fábrica ya que tienen espacio suficiente para crecer. Aunque en fechas puntuales como durante las fiestas navideñas incrementan la plantilla, son media docena los que trabajan a diario.

La empresa Cítricos Drink cuya fábrica está en Almáchar nació por el impulso de estos dos jóvenes que años atrás ya venían realizando un fermentado de naranja, licores y aguardientes. El manejo de determinadas fórmulas y su trabajo en bares de copas fue lo que les llevó a dar el salto con otro tipo de bebidas. "Estuvimos haciendo pruebas durante ocho meses, macerando frutas, trabajando con diversas fórmulas y dimos con una que gustó mucho al público. Luego hicimos un estudio de mercado y vimos que podíamos salir a venderla", recuerda el gerente quien recurrió a los ahorros que ambos socios tenían y a alguna ayuda de la familia. "Teníamos algunas fórmulas, la maquinaria y los alambiques tradicionales de cobre. Ahora sabemos que contamos con un producto que gusta al público y que nos sentimos apoyados por la gente", dice satisfecho Roberto quien agradeció la colaboración y promoción que le ofrece la marca Sabor a Málaga de la Diputación Provincial."No tienen nada que envidiar a las inglesas. Utilizamos un alcohol de mucha calidad pero con menor destilación porque pensamos que eso va en perjuicio del aroma, pierde la esencia en la maceración, y nosotros optamos por los aromas", indica Fernández.