Razone las respuestas

Hasta no hace mucho estábamos completamente seguros de que el problema de la política eran los políticos

Hasta hace no mucho estábamos completamente seguros de que el problema de la política eran los políticos, y eso era bastante gratificante. En primer lugar, por saber que el problema no era nuestro, y no teníamos culpa de nada. Y, en segundo lugar, por ser una explicación que excusaba también a nuestra democracia, y eso nos permitía seguir siendo prosistema, que resulta mucho más elegante que ser antisistema, con esos pelos estrafalarios. Además, que los políticos fueran todo el problema, sin ninguna ayuda exterior, tenía la belleza de una verdad perfecta, cerrada y conveniente. Pero, de repente, la llegada de los nuevos ha hecho que se nos esfume toda esa cuadratura entre los dedos, a fuerza de reproducir los mismos males que los viejos. En vez de acabar con el problema, con lo que han acabado es con nuestra preciosa explicación. Iglesias fulmina a cuchillo toda las disidencia de Errejón, sin prisioneros ni disimulo. C's se hace el señor de Murcia mientras el PP incumple flagrantemente todos sus acuerdos contra la corrupción. De golpe, los salvadores nos han destrozado completamente el guión de la salvación. Teníamos unos malvados, teníamos unos héroes y teníamos unas víctimas, era delicioso, pero ha resultado falso.

Y ahora hay que volver a explicarlo todo, desde el principio, pero asumiendo que el problema de la política quizá no eran los políticos, o al menos no eran solo los políticos. ¿Qué era entonces? Hasta ahora hemos asumido que estos políticos, los de siempre, lo hacían mal por el desgaste de años de sillón, la falta de escrúpulos, de vocación de servicio y por la presión en unos partidos podridos. Pero entonces, ¿por qué los nuevos no lo hacen mejor? ¿Por qué reproduce Podemos las mismas escabechinas internas que PP o PSOE? ¿Cómo ha acabado C's haciéndose indistinguible de cualquiera de sus socios de gobierno? ¿Cómo han acabado siendo todos tan parecidos en tan poco tiempo? Y, sobre todo, ¿era algo necesario o es mala fortuna? ¿Será verdad que los políticos, nuevos o viejos, no son más que nuestro reflejo? ¿Hemos cambiado nosotros? ¿Es distinto el votante de los nuevos partidos del votante de los de siempre? ¿Más exigente? ¿Menos fanático?¿Es posible una nueva política sin un nuevo votante? Pero, ¿es posible un nuevo votante en un viejo sistema? Razone las respuestas.

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