Es un pato

Hablar de "crimen familiar" no es moderación, y no es una terminología inocente

Este domingo, en la conferencia de presidentes autonómicos, Moreno Bonilla exigió al Gobierno ayudas para la tauromaquia. Y al principio puede parecer algo sorprendente y chocante, que, en momentos tan críticos, los desvelos de la Junta giren alrededor del IVA del mundo del toro. Pero luego caes en que la tauromaquia es uno de los caballos de batalla de VOX. Y te das cuenta de que Ayuso le reclamó exactamente lo mismo a Sánchez. Y caes en que ese mismo día Moreno Bonilla calificó de "crimen familiar" el último asesinato por violencia de género. Y que la semana pasada pidió que se paralizara la Operación Paso del Estrecho. Y que Vox va a presidir la Comisión de Reconstrucción en Andalucía. Es decir, sorprende solo hasta que te das cuenta de lo obvio, que Vox es un socio fundamental para Moreno Bonilla, y que además lo será mucho más en el futuro, con el declive de Ciudadanos.

Pero a pesar de lo obvio, y de las señales inequívocas, Moreno Bonilla sigue manteniendo un aura de moderación, y de estar por encima de todas estas concesiones a Vox. Puede defender que ahora mismo la tauromaquia es prioritaria, puede usar la terminología negacionista de VOX con la violencia de género y prácticamente puede hacer lo que quiera sin que se señale lo evidente: que si vuela como un pato, nada como un pato y grazna como un pato, entonces probablemente sea un pato. Pero un pato de Vox, con todo lo que ello implica, como la tibieza con el machismo o la xenofobia.

Y naturalmente que otros también tienen socios radicales, como el Gobierno, sin ir más lejos. Pero no es lo mismo exigir un Ingreso Mínimo Vital que exigir más apoyos para la tauromaquia. Y no es lo mismo hacer del feminismo una de tus prioridades que hacer del feminismo algo sospechoso de lo que hay que desconfiar. No es lo mismo, y además no cuela tampoco como moderación. Hablar de "crimen familiar" no es moderación, y no es una terminología inocente. Es una forma de utilizar el lenguaje para negar un problema, y eso no es lo mismo que utilizar el lenguaje para concienciar sobre ese problema. No es lo mismo el feminismo que el anti-feminismo, y no son extremos opuestos, porque el feminismo no es un extremo. Y, desde luego, no es lo mismo decir que eres moderado que ser realmente moderado. Por más veces que lo repitas y lo repitas, sigues siendo un pato.

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