Antequera

Un policía nacional en Antequera ayuda a un padre a salvar a su bebé de dos meses, que no podía respirar

El agente de la Policía Nacional que ayudó a un padre a salvar a su bebé, en Antequera.

El agente de la Policía Nacional que ayudó a un padre a salvar a su bebé, en Antequera. / M. H.

Segundo milagro que sucede en Antequera en menos de un mes. Un agente de la Policía Nacional destinado ha asistido en la Comisaría a un bebé de dos meses que no podía respirar, ayudando al padre del pequeño a realizar la maniobra de Heimlich siguiendo sus instrucciones.

Los hechos ocurrieron días atrás cuando una pareja se personó en estado de shock en la Comisaría de Antequera, solicitando ayuda urgente para su hijo, de solo dos meses, el cual no podía respirar y presentaba signos de rigidez y una tonalidad morada, según ha indicado la Policía Nacional en un comunicado.

De inmediato, el agente que presentaba servicio de seguridad en la Comisaría valoró la situación con sus conocimientos en primeros auxilios. El funcionario pidió al padre del bebé que siguiera sus instrucciones, que supusieron llevar a la práctica la maniobra de Heimlich.

Así, el padre colocó a su hijo boca abajo sobre un antebrazo y le dio varias palmaditas en la espalda, entre los omoplatos, consiguiendo liberar las vías respiratorias del bebé, que permanecían obstruidas.

Una vez que el pequeño comenzó a respirar, el agente instó al hombre a subir a un vehículo policial junto a su hijo, acercándolos con premura a un hospital de la localidad donde los facultativos asistieron al bebé.

Finalmente, el bebé recibió el alta médica. Todo hace indicar que el pequeño pudo sufrir un ahogamiento repentino con la propia mucosa después de que sus padres le practicaran un lavado nasal. Los padres de este niño antequerano remitieron a la Comisaría una carta agradeciendo al agente su actuación.

Segundo bebé salvado en cuestión de semanas

Se trata del segundo salvamento a un bebé, por similares circunstancias, que tiene lugar en la Comisaría de Antequera en apenas unas semanas. El pasado mes de enero otro agente de la Policía Nacional practicó la maniobra de Heimlich en dependencias policiales a una niña de un año que tampoco podía respirar, en una actuación con muchas similitudes con el servicio humanitario antes descrito.

En aquella ocasión, el padre de la pequeña se presentó corriendo, descalzo y en pijama, con la bebé en brazos. Pedía ayuda para salvar la vida de su hija, que sufría una parada cardiorespiratoria. En la puerta de la Comisaría de la Policía Nacional de Antequera había cuatro agentes adscritos al Grupo Local de Policía Judicial que se acababan de bajar del vehículo policial cuando observaron cómo el joven se dirigía hacia ellos, solicitándoles auxilio. 

Los agentes comprobaron que la niña, de apenas un año y medio, no respiraba y presentaba una tonalidad amoratada, según ha explicado este martes la Policía Nacional en un comunicado. En ese momento, uno de los policías tomó las riendas de la situación y le practicó la maniobra de Heimlich, lo que salvó la vida de la pequeña.

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