Con el pabellón de San Pablo bastaría. Y en ningún caso Sevilla cederá a Málaga ni a ninguna otra ciudad su condición de subsede del Mundial de Baloncesto 2014. Se trata de dos de las claves con las que trabaja la oficina de promoción exterior del Ayuntamiento de Sevilla en todo lo relacionado con este acontecimiento deportivo.

Las dificultades que el consistorio hispalense está encontrando a la hora de construir un nuevo pabellón y el reciente interés de Málaga en convertirse en subsede ha creado cierta incertidumbre, pero en Sevilla se ha dejado claro que su participación no corre ningún peligro por dos motivos. El primero, porque el Ayuntamiento sevillano paga "religiosamente" los cánones establecidos con la Fiba. Y el segundo, porque en el contrato como subsede no se obliga al Ayuntamiento en ningún momento a edificar un nuevo pabellón, sino que se asegura que con el actual Pabellón de San Pablo es suficiente, más aún porque fue remodelado y mejorado con ocasión del último Europeo de baloncesto.