Ángel Ayora, el gran golfista malagueño que viene
El joven malagueño (21 años) pelea por obtener la tarjeta del PGA americano, ha enlazado cuatro Top 10 en los últimos seis torneos y es representado por el hijo de Severiano Ballesteros
Noveno en el Open de España
Numerosos deportistas jóvenes malagueños destacan y prometen en sus respectivas disciplinas. En el lugar en el que más campos de golf hay en España ha germinado Ángel Ayora (Marbella, 2004), al que se vislumbra como jugador del futuro. Sin el boato de aquellos que han pasado por universidades americanas o que prometían muchísimo desde niños, Ayora ha pegado un salto cualitativo importante en las últimas temporadas y está en la senda para liderar la nueva ola del golf español.
El pasado fin de semana firmó un noveno puesto en el Open de España en Madrid, el mejor nacional junto a Jon Rahm y David Puig. Es su cuarto Top 10 (también en Suiza, Irlanda y Escocia) de los últimos seis torneos que ha jugado en el DP World Tour, en su primera temporada completa en él tras pasar raudo por el Challenge Tour, el siguiente en la escala jerárquica, dejando un reguero de grandes resultados (victoria en Polonia) que le permitieron acceder. Ocupa el puesto 23 en la Race to Dubai y su sueño, ahora tangible tras los últimos resultados, es obtener la tarjeta del PGATour, la meca americana que resiste bien la embestidas del LIV, el circuito alternativo creado con la obscena inversión económica de Arabia Saudí, allí donde se marchó Jon Rahm. Los 10 primeros tienen ese billete, pero con excepciones, que permiten pensar que alrededor del puesto 15 puede equivaler a ese pasaporte que busca. “Ahora voy a seguir peleando por una de esas 10 plazas que dan billete para el PGA Tour. Si lo consigo, claro que iré a jugar allí, aunque sea nadando”, manifestaba tras acabar en Madrid. La tentación es que el LIV ya contactó con él la temporada pasada para ofrecerle un contrato y entrar en su órbita. Menos torneos, mucho más dinero garantizado, pero dificultad para acceder a los majors (Masters de Augusta, British Open, PGA y US Open), ya que no da puntos para la clasificación mundial, que aún rige el mérito para entrar en ellos. Hasta ahora, Ayora ha resistido los cánticos de sirena y piensa en grande por la vía clásica del PGA (que reparte mucho dinero también, pero con dependencia de resultados) que pocos jugadores españoles han transitado. Dos malagueños, de hecho, lo hicieron, Miguel Ángel Jiménez y Alejandro Cañizares.
Ayora creció jugando en La Cañada Golf Club, en Guadiaro, ahí casi en el límite entre Málaga y Cádiz, aunque es marbellí de corazón y raíces. Su proyección ha ido creciendo cada año y apunta a jugador de superélite, de Ryder Cup y presencia en los majors. Su manager es Javier Ballesteros, el hijo de Severiano. Simbólicamente, Ayora viste la ropa Seve, del gran mito del golf español, con esa icónica celebración cuando ganó el British Open en St. Andrews. Es el único jugador del circuito que la porta. Rechazó una oferta de Oklahoma State, una de las mejores universidades en términos golfísticos, y decidió dar el salto a profesionales con 19 años. Su mentor es Juan Ochoa, que al mismo tiempo es caddie, entrenador, fisioterapeuta y preparador físico. Es el gran moldeador de la figura de Ángel Ayora, que destaca por ser un gran pegador, con un swing envidiable y estético al tiempo que demoledor, se le compara con Rory McIlroy. En el juego de tee a green ya se le considera top, en el manejo de los hierros y, en mayor medida, el juego corto está su campo de mejora, algo frecuente incluso en golfistas más experimentados, que tienen problemas recurrentes. El capitán de la Ryder Cup, Luke Donald, le siguió muy de cerca y jugó alguna vez con él. Estuvo en los planes del equipo europeo que ganó en Estados Unidos semanas atrás la mítica competición.
Es el calibre de jugador al que ya apunta el malagueño, que ahora entra en semanas decisivas para obtener la deseada tarjeta en el PGA Tour. Tiene torneos consecutivos en India, Corea del Sur, Abu Dhabi (ya con los 70 mejores del DP World Tour) y la final de Dubái (los 50 mejores). Los últimos torneos conceden más puntos y ahí está la meta de Ayora. El francés Martin Couvra, ahora en el puesto 14, marca la frontera de billetes para el PGA. El sueco Alex Noren, que la detenta pero no la tiene segura, puede liberar una plaza más. El malagueño está a unos 450 puntos del objetivo, lo que le exige al menos un gran resultado y solidez en el resto del torneos que quedan. Parece cuestión de tiempo que el malagueño lo consiga.
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