El club apela a la desproporción de la sanción hoy ante el TAS

Moayad Shatat, Vicente Casado, Manuel Novo, Joaquín Jofre y, sobre todo, Juan de Dios Crespo; esa es la alineación que presenta el Málaga en su partido más importante, el que juega desde primera hora de hoy en la sede del TAS (Lausana). Durante una vista que se puede alargar la mañana entera, todo está preparado para que el club se defienda y convenza a los árbitros del Tribunal Arbitraje Deportivo. Los detalles del recurso los capitaliza el abogado contratado por la entidad a tal efecto, aunque versará sobre dos líneas maestras: la desproporción en la sanción empleada por el Comité de Control Financiero de la UEFA y una mala interpretación de la legislación tributaria española.

No han trascendido detalles de la defensa blanquiazul. El proceso obliga a discreción máxima. Sin embargo, desde que se conoció la sanción el pasado 21 de diciembre, toda la maquinaria jurídica del club puso sus miras en demostrar la excesiva dureza en ese año sin competir en Europa en un plazo de cuatro temporadas y la multa de 300.000 euros. Así que se sucedieron los tratos con la Agencia Tributaria para controlar la deuda y una mayor normalización en los pagos para intentar convencer a la UEFA de que el error había sido algo puntual, no una forma habitual de gestión.

Ciertamente, ha habido significativos cambios estructurales en la entidad, que incluso hace un mes asegura que recibió una comunicación por parte de Hacienda en la que se afirmaba que estaba al día. Tomó medidas impopulares como la venta de Monreal y aplicó una reducción de gastos para demostrar una enmienda financiera. Desde Martiricos, además, se entiende que la reciente concesión de la Licencia UEFA y la anulación que hizo el organismo continental de la amenaza de un segundo año de castigo son argumentos que refuerzan su tesis. Más incluso que la queja inicial, según la cual los dirigentes entendían que una mala interpretación del Comité de Control Financiero sobre el panorama tributario español era la gran culpable de la sanción.

A las 16:00 partía la expedición desde el aeropuerto de Málaga, apenas pasadas las 19:00 ponían pies en Lausana. Desde allí exponía su optimismo el director general: "Queremos demostrar que hemos cumplido y que lo ganado en el terreno de juego se respete. Sabemos que será difícil, porque UEFA defenderá sus intereses con todo su equipo jurídico; pero también venimos preparados. Se ha trabajado muy duro y venimos con la intención de que se haga justicia con el Málaga".

El optimismo de Casado radica en gran parte en la manija de Juan de Dios Crespo. En el mundillo del derecho deportivo está considerado el mejor en este tipo de vistas ante el TAS. Valgan detalles como que trabaja sus exposiciones con papel y lápiz ante árbitros mayores o recurre al ipad si estos son más jóvenes. El valenciano no tiene una titulación específica en este campo, sin embargo lleva tres décadas creciendo de la mano de la jurisprudencia que se va creando en derecho deportivo, es de los letrados que marca el paso en el concierto europeo. Además, goza de un gran crédito en la sede del TAS. Algunos de sus compañeros destacan que se mueve con mucha soltura en las vistas orales y que empatiza mucho con los presentes. De hecho, Crespo domina a la perfección los dos idiomas oficiales del TAS, el inglés y el francés. Habitualmente las partes pactan el idioma, que incluso puede ser alguno alternativo. Su preparación y su confianza son máximas.

Enfrente, el operativo de la UEFA, que está dispuesta a llevar hasta las últimas consecuencias su Juego Limpio Financiero. Su presidente, Michel Platini, presume de ser su precursor, así que no será un encuentro fácil, sin duda. Incluso han llegado a contratar un despacho español para, en la fase de pruebas, demostrar que la ambigüedad en la interpretación tributaria de la UEFA no era tal.

El sufrimiento no será muy alargado. El TAS ya comunicó al Málaga que aplicará el procedimiento abreviado para fallar su laudo. En Martiricos estiman que ello podría dejar un plazo de entre tres y 15 días para conocer la deliberación final. Un breve periodo para cotejar los méritos contraídos por el equipo de Pellegrini en el campo y que permitirían jugar la Europa League como sexto clasificado.