Las tensiones en la tesorería de Martiricos han menguado, pero no quiere decir que hayan desaparecido. En una economía sin máxima solvencia todo tiene un precio. Tras las ventas de Samu Castillejo, Samu García y Juanmi ha bajado de nivel la presión, pero persiste. Y la historia reciente, sin inversiones externas, demuestra que siempre se acaba vendiendo cuando hay un interés real ajeno.

El caso más candente es el de Sergi Darder y el del Oporto. El jugador balear tiene contacto fluído con Julen Lopetegui, técnico portista, que le conoce de su etapa en las selecciones inferiores y le ha comunicado que le quiere y que va a hacer todo lo posible. Y los responsables del club luso conversan continuamente con su agente. Sin la urgencia por el ingreso de los Samus, es una carrera más de fondo.

"Oferta concreta por Darder no existe", decía Casado, que sí admite que "el Oporto insistió mucho el año pasado, pero siempre por debajo de los cinco millones, cifras muy pequeñas para el valor del jugador y por esas cantidades no van a salir ahora más jugadores del Málaga". Hay que recordar que la cláusula de Darder son 40 millones de euros. Y que, como en el caso de Castillejo, su pase pertenece de manera significativa (en torno a un tercio, según las fuentes consultadas) a fondos de inversión.Defendió el mandatario que es una práctica muy extendida en el fútbol español.

"Muy pocos equipos pagan la cláusula de algún jugador, creo que es la primera vez que se paga en Málaga en el caso de Juanmi y el Southampton", prosiguió Casado: "No hay necesidad económica de vender, han salido dos jugadores vendidos y otro por el pago de una cláusula. ¿De qué depende que salga otro jugador? Tiene que haber unas circunstancias en las que el jugador no quiera estar aquí y las condiciones económicas del posible fichaje sean buenas. El fútbol es un movimiento continuo. Yo no puedo asegurar que no haya más ventas sin cláusula por medio. Quiero la viabilidad del club. Vamos a coger caso por caso y esperemos que no se presente ninguno para quedarnos con la plantilla que tenemos. Yo no quiero vender a toda costa".

Aunque la tensión se ha aliviado, queda tela por cortar durante el verano y la salida de más jugadores de la plantilla es factible. El Oporto empieza a entrenar el 6 de julio. Darder espera no tener que iniciar la Liga con la incertidumbre del año pasado.