La intranquilidad existente en el malaguismo en torno a una venta del Málaga por parte del jeque Al-Thani parece haber llegado a su fin. Al menos, así lo hizo ver el vicepresidente Nasser Al-Thani a través de las redes sociales nada más ocupar su nuevo cargo, hecho que fue confirmado por Vicente Casado en rueda de prensa: "el jeque no quiere vender el club porque lo quiere mucho. Es su club y tiene toda la potestad para no quererlo vender".

A pesar de ello, las negociaciones se han sucedido en las pasadas semanas y, de haber existido una oferta que hubiera satisfecho al dueño del club, posiblemente la decisión habría sido bien distinta. En ese aspecto, el director general del Málaga fue tajante al admitir que "ha habido un periodo difícil en cuanto a una posible venta pero, hoy por hoy, puedo confirmar al 100% que no se va a vender".

Dentro de esta posible venta se enmarcaba también el conflicto existente con BlueBay, aunque desde el club se afirmó que no hubiera supuesto ningún obstáculo de haber llegado al club de Martiricos una oferta que el jeque Al-Thani considerara irrechazable. Cantidad que ni mucho menos se acercó a lo que el Sheikh ha invertido a lo largo de sus años de mandato, en torno a los 137 millones de euros más la propia compra del club. De esa cantidad, el propio Casado reconoció que el jeque "no ha recuperado ni un euro".

Ahora queda por ver cómo afectará esta no venta al funcionamiento en las oficinas. Con la toma de poder de Nasser Al-Thani como vicepresidente de la entidad, queda la duda de si podrá reunir los condicionantes necesarios para llevar a cabo las funciones de un puesto al que no está acostumbrado. Ante eso, Casado admitió que, día tras día, tanto Manolo Novo como él mantienen contacto con los dos hijos del jeque. "Hay preocupación pero estamos en una situación bastante buena porque hay una conexión directa con la propiedad. Ellos, además, aceptan los cambios que nosotros proponemos porque confían en nosotros", comentó el director general.