La princesa Leonor ha jurado este martes la Constitución en su 18 cumpleaños, lo que la legitima para ser la futura reina o suplir a Felipe VI si falta, con el compromiso de que desempeñará su responsabilidad con "total dedicación y una entrega sin condiciones" y con una petición a los españoles: "Les pido que confíen en mí".

"Me debo desde hoy a todos los españoles, a quienes serviré en todo momento con respeto y lealtad", ha proclamado la heredera al trono en su discurso en el Palacio Real tras su acatamiento constitucional ante las Cortes Generales, con el mismo guion del de Felipe VI, en 1986.

A las 11:36, la princesa ha recitado la fórmula del juramento sobre la misma carta magna que su padre y con la presidenta del Congreso, Francina Armengol, de fedataria: "Juro desempeñar fielmente mis funciones, guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes y respetar los derechos de los ciudadanos y de las comunidades autónomas y fidelidad al rey"".

El compromiso de lealtad que la avala como la próxima titular de la Corona ha sido recompensado por una cerrada ovación de cuatro minutos de los diputados y senadores presentes en el hemiciclo.

Con la mano en el corazón, la princesa ha agradecido la confianza de los representantes de la soberanía nacional, que ha explicitado en el segundo acto institucional, desarrollado en el Palacio Real, donde Felipe VI le ha impuesto el Collar de la Orden de Carlos III.

Ha sido tras recibir la máxima distinción civil en España cuando se ha dirigido a los españoles: "Les pido que confíen en mí, como yo tengo puesta toda mi confianza en el futuro de la nación, en el futuro de España".

Para ganarse esa confianza, se ha comprometido a actuar con "la mayor dignidad y el mejor ejemplo", atendiendo "siempre a los intereses generales" y con "total dedicación y una entrega sin condiciones".

En su periplo hasta ser la tercera reina no regente en la historia de España, tras Juana I e Isabel II, y la primera en democracia, Felipe VI le ha asegurado: "No estarás sola en tu camino".

Antes del almuerzo en el Palacio Real con unos 150 invitados, el monarca ha recordado a su hija que los principios y valores de la Constitución que ha jurado "deben prevalecer en todo momento sobre cualquier otra consideración".

"El conjunto de los españoles, a los que te debes, sabrá reconocer tu entrega y dedicación con su aliento y afecto", ha dictaminado el rey en presencia de las altas instituciones del Estado.

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, también ha tendido la mano a la heredera, a la que ha asegurado "la lealtad, el afecto y el respeto" del Ejecutivo en su tarea de formarse para ser la próxima jefa de Estado.

En puertas de que Sánchez intente la investidura, PSOE y PP han aparcado su contienda sobre el rumbo de España y el plan del candidato de amnistiar a los dirigentes independentistas catalanes procesados para unirse en su respaldo férreo a la princesa de Asturias.

Del hemiciclo, se han ausentado los diputados de ERC, Junts, PNV, EH Bildu y BNG, los socios en los que Sánchez busca los apoyos a su reelección, así como el lehendakari, Iñigo Urkullu, y el presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, escudados en su rechazo a la Corona y en su ideología republicana.

Tampoco han estado los parlamentarios de Podemos e IU ni sus tres ministros en funciones, Irene Montero, Alberto Garzón y Ione Belarra, quien se ha conjurado en que "va a trabajar para que nunca pase" que Leonor de Borbón acceda al trono.

"Me parece que ninguno de los ausentes hubiera votado la Constitución hoy", les ha reconvenido el ex presidente del Gobierno, Felipe González, en la tribuna de invitados del hemiciclo junto a José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy.

Sí ha asistido a la ceremonia la vicepresidenta segunda en funciones, Yolanda Díaz, quien se ha unido a los aplausos a la princesa, aunque de forma más tímida.

En lo que ha descrito como "un día histórico", Armengol ha ensalzado la figura de la princesa, "una mujer joven, cercana al sentir mayoritario de su generación", y "digna representante de un país moderno y abierto al mundo".

Con menciones en las lenguas cooficiales, Armengol ha cerrado el acto del juramento como lo hizo en 1986 el entonces presidente del Congreso, el también socialista Gregorio Peces-Barba: "Viva la Constitución, viva España, viva el rey".

La primera imagen de la jornada de Leonor de Borbón ha sido con su hermana en el Rolls Royce de época que la ha transportado al Palacio de las Cortes con la escolta a caballo de la Guardia Real.

El techo acristalado del vehículo ha facilitado el saludo a los cientos de personas que aguardaban al paso del cortejo real por la calle Mayor, la Puerta del Sol y la Carrera de San Jerónimo entre fuertes medidas de seguridad.

La heredera ha sorprendido con su vestimenta, al optar por un traje blanco de chaqueta con pantalón, de corte masculino, algo inédito en las ceremonias solemnes en el Congreso, en un gesto de empoderamiento para marcar un estilo nuevo y propio.

En la comida en el Comedor de Gala del Palacio Real, la princesa ha estado flanqueada por los dos padres de la Constitución que siguen vivos, Miquel Roca y Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, otro guiño a su compromiso de que asume "plenamente" los valores del texto de 1978.

Además de las formaciones republicanas, el gran ausente en los dos actos institucionales ha sido Juan Carlos I, al que, como la reina Sofía, sólo se le ha invitado a la celebración familiar privada con la que se festejará el 18 cumpleaños en el Palacio de El Pardo al término de la jornada.

La Casa del Rey ha considerado inadecuada su presencia en el Congreso y en el Palacio Real por todo lo que motivó su marcha de España en agosto de 2020.