Feria taurina de Málaga: David de Miranda, Puerta Grande a la valentía

Cortó tres orejas, Manuel Escribano paseó una oreja en cada toro de su lote y Roca Rey se fue de vacío y tras pasar un trago

Morante no reaparecerá en la Feria de Málaga

David de Miranda, a hombros.
David de Miranda, a hombros. / Jorge Zapata / Efe

Asomaron dos pañuelos blancos del tirón de la presidencia. David de Miranda había pasaportado al tercero de la tarde tras una faena de gran valentía. Casi sin alharacas, pisó el terreno donde queman las zapatillas y pocos aguantan. O muchos pero a toro parado ya en un final de faena. No fue el caso. Después de brindar al público, el toro, ancho de sienes y astifino impuso su ley y al torero le dio igual. Le pasaban los pitones por el pecho por la falta de humillación y ni se quitó ni se afligió. Muy aguerrido, con el compás abierto le retó de tú a tú. El animal no fue a mejor sino lo contrario y acabó aguantando los pitones prácticamente a la altura de la cara, tanto en el cite como durante el muletazo. Valor a secas y a raudales que llegó a los tendidos con fuerza. Se fue a por la espada con el público en pie. Finalizó con manoletinas y tras la estocada le fueron concedidas las dos orejas.

Tampoco se achicó con el sexto. Brindó al malagueño Fortes en el ruedo y comenzó en el centro por estatuarios. Seis o siete seguidos. El animal tuvo motor y humilló pero se quedó corto. De nuevo pisó terreno de cercanías y fue cogido feamente pero afortunadamente sin sufrir cornada visible. Siguió toreando una serie más antes de ir a por la espada, sobreponiéndose al percance. Mató de estocada caída y paseó una oreja. La tercera para él de la tarde.

Si la tarde iba de toreros valientes, dos veces se fue Manuel Escribano a la puerta de chiqueros. En el primero de la tarde, luego también llevó el toro al caballo por chicuelinas y vino el mejor momento de la tarde de Roca Rey: un quite también por chicuelinas, pasándose el animal cerca. No defraudó Escribano en el tercio de banderillas, con dos pares hacia fuera y el último al violín en las tablas. Comenzó la faena con pases cambiados aprovechando la movilidad del toro y quebrando al toro por arriba. Fue éste un gran toro, el mejor de la Feria hasta el momento, con fijeza, recorrido y humillación, además fue pronto. Por ambos pitones tuvo calidad para que el sevillano disfrutara del único toro que se dejó y de qué manera. La estocada algo caída fue efectiva y paseó una oreja.

Otra se llevó del cuarto, un toro cuesta arriba. En las banderillas se lució con un par hacia fuera, otro hacia dentro y el último sentado en el estribo. Puso al público en pie. Rodilla en tierra arrancó la faena ante un animal con un desconcertante calamocheo. Con la segunda serie llegó a los medios y le instrumentó faena por ambos pitones pese a la mala condición del astado. Tapó las difícultades de un animal que si bien no tuvo fiereza, sí fue incómodo. Dejó series al natural de uno en uno al ritmo del pasodoble en el epílogo y un estoconazo algo tendido.

Roca Rey se fue de vacío y tras pasar un trago. El segundo, más basto de hechuras, manseó en los primeros tercios lo que propició una lidia desordenada. David de Miranda realizó un quite con el capote a la espalda poniendo sus cartas sobre la mesa para la tarde: el animal fue desde las tablas a las medios y vuelta a las tablas aunque en el segundo lance ya se quedó fijo en el capote y metió la cara bien. Roca Rey brindó al público y en el inicio le pasó el pitón por la barriga. Tuvo peligro el toro y se metía por dentro a partir del segundo muletazo, más por un afán de quitarse de encima aquello que le molestaba y buscar la escapatoria que con intención de ir a por el torero. La faena tuvo lugar en terrenos de chiqueros sin que tomara vuelo. El estoconazo fue algo trasero.

En quinto lugar se lidió un sobrero de Toros de Cortés que salió con la divisa de Victoriano del Río. Fue un toro con peligro que puso en aprietos a los banderilleros porque embistió a arreones y apretando hacia dentro. No fue nada fácil para ponerse delante con la muleta ya que tampoco humilló. Tales eran los arreones que en una de esas le rompió el estaquillador y en otra lo desarmó. El peruano anduvo mal con los aceros. El sexto toro de la tarde salió sin divisa.

stats