La directora Sílvia Munt ha presentado este lunes su película Las buenas compañías en el 26 Festival de Cine de Málaga, en cuya sección oficial participa. Se trata de un drama ambientado en el País Vasco durante la Transición que rinde homenaje a un joven movimiento feminista y a las mujeres que en aquel momento se enfrentaron a un aborto.

La trama la protagoniza Bea, una adolescente en Errentería en 1977 que se involucra en un grupo de activistas por la amnistía y por una interrupción del embarazo libre y segura. La relación que comenzará con Miren, la hija de la casa en la que su madre es limpiadora, le cambiará la vida.

La coguionista y realizadora de la cinta, Sílvia Munt, ha participado en una rueda de prensa tras su aplaudida exhibición en el cine Albéniz junto con las actrices Alicia Falcó, Itziar Ituño y Elena Tarrats; además de los productores Alba Bosch y Ander Barinaga-Rementeria.

"Para mí, este es el homenaje a las mujeres de una generación. Yo tenía 17-18 años en el 77 y me vi con la necesidad de explicar lo que significó para nosotros esa explosión de libertad", ha explicado Munt: "Estas mujeres existen y siguen ayudando a las mujeres".

Sílvia Munt, directora de 'Las buenas compañías', en el Festival de Cine de Málaga.

Munt ha contado que el personaje principal de Bea, que vive "un verano definitivo", se basa también en parte en sus vivencias y su propia relación con su madre: "Quieres reventar un poco todo aquello que te quieren enseñar e imponer, y sale ese grito contra todo".

A la hora de plantear la trama, ha señalado que intentaron desde el inicio que no fuese un guion "solamente algo discursivo o panfletario", sino que "tenga contradicciones, humanidad, cosas ambiguas". También se ha rendido al reparto, que sostiene la historia: "Costó mucho encontrarlo, el cásting fue exhaustivo".

"La lucha de su hija, en el fondo, también es la de ella", ha valorado Itziar Ituño, que interpreta a la madre de la protagonista y ha resaltado las redes silenciosas entre mujeres que se crearon en un entorno opresivo.

Por su parte, la intérprete principal Alicia Falcó ha encontrado paralelismos en el desarrollo de su personaje con el suyo propio: "Yo haciendo esta película, como Bea, también crecí mucho". Elena Tarrats ha resaltado la importancia del amor y el cariño para sobrevivir a situaciones complejas.

"Creemos que es muy importante en el momento de lucha feminista que estamos viviendo recordar de dónde venimos y darnos cuenta de que igual no estamos tan lejos de ese punto", ha planteado la productora Alba Bosch sobre por qué decidieron participar en la película.

La directora ha contado que se formó una relación especial con las mujeres reales que formaron parte de ese movimiento: "Fue súper emocionante. Ellos nos han suministrado cómo actuaban, cómo eran, de qué manera tan radical entendían las cosas, el sentido del humor que tenían. Eran unas ganas de explotar sin pensar muy bien".

"Estas tías siguen siendo valientes, con las ganas de vivir que tenían en esa época, con las cosas claras. Conocerlas fue espectacular", ha expresado Falcó.