Fiebre de 'Pokémon GO' en Málaga

Los jugadores se organizan por redes sociales para acudir en grupo a diferentes puntos

Así quedan para capturar los nuevos pokémon legendarios

La plaza San Juan de Dios se ha convertido en parada obligatoria para los entrenadores que buscan conseguir los pokemon legendarios.
La plaza San Juan de Dios se ha convertido en parada obligatoria para los entrenadores que buscan conseguir los pokemon legendarios. / Fotografías: Javier Gallardo
Javier Gallardo

27 de julio 2017 - 02:03

Málaga/Lugia. Articuno. Incursiones. Palabras que para muchos parecen otro idioma y que sin embargo son las más habituales estos días entre los jugadores de Pokémon GO. La aplicación móvil, que cumplió un año este mes de julio, ha tratado de reinventarse de forma continua en los últimos meses, y parece haber encontrado la solución: el lanzamiento de los pokémon legendarios. Las calles de todo el mundo se han llenado de nuevo de entrenadores de estas mascotas virtuales en busca de nuevas especies, y Málaga no iba a ser menos.

La nueva fiebre se desató el día 23, cuando se lanzó a nivel global un evento que permitiría capturar a dos pokémon nunca vistos anteriormente: Lugia y Articuno. Desde entonces, ver grupos de gente caminando de un lado a otro de la ciudad sin apartar la vista de sus móviles es algo habitual.

Pensar que el perfil de jugador se asemeja al de joven (o niño) que anda ocioso por vacaciones es equivocarse, y mucho. La diversidad que se encuentra uno en estos corros improvisados sorprendería a cualquiera: hay jóvenes, sí, pero también se puede ver gente que ronda los 60 años; españoles, italianos, franceses, asiáticos, el idioma no es una barrera, todos entienden que hace falta una unión para derrotar a sus presas y sumar un nuevo pokémon a la colección.

El evento que lanzó Nianctic, marca desarrolladora del juego, es también un reclamo turístico: hay entrenadores que se desplazan desde diferentes puntos (del país o el extranjero) únicamente para lograr su Lugia o Articuno. Es el caso de Ana, Álvaro y José, los tres viven en Álora pero viajaron a la capital expresamente por ello "en Álora no salen", afirma Ana. No son los únicos, Francesco (Italia), Cédric y Luc (Francia) y Albert (Barcelona) se encuentran en Málaga de vacaciones, pero no desaprovechan la ocasión para tratar de hacerse con todos, como reza la canción del opening de la serie de dibujos.

"Somos nueve, hay que esperar a alguien más" se escucha en la plaza San Juan de Dios. Los entrenadores saben que hacen falta al menos una quincena para derrotar al pokémon legendario y se organizan para ello.

Junto a la Catedral aparece un Lugia y no tardan en llegar dos docenas de entrenadores en su búsqueda. En el círculo se habla, de forma simultánea, español, francés e inglés mientras los dedos pulsan frenéticamente la pantalla para a atacar una y otra vez. La acción no dura más de cinco minutos. No se conocen, pero todos quieren lo mismo. Alguien termina, no logra capturar al pokémon, y se despide con un "me voy, que llego tarde a trabajar".

La escena se repite en el centro de la ciudad, El Palo o en la zona de Tabacalera. Los jugadores se desplazan a pie, en bicicleta o en transporte público. La jornada es larga y no importa saltarse una comida o hacerla a deshora, el juego es lo importante.

El refrán ahora ha cambiado: Pokémon GO ha muerto. ¡Larga vida a Pokémon GO!

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