Día de Andalucía: ¿por qué lo celebramos el 28 de febrero?

Cada 28 de febrero, Andalucía se viste de blanco y verde para conmemorar una de las fechas más importantes de su historia reciente. Banderas ondeando en balcones, el tradicional desayuno de pan con aceite de oliva, actos institucionales y el canto del himno andaluz marcan esta jornada festiva en la comunidad más poblada de España. Pero, ¿por qué se eligió este día para celebrar el Día de Andalucía?

La respuesta se encuentra en un acontecimiento fundamental para el autogobierno andaluz: el referéndum autonómico del 28 de febrero de 1980. Aquel día, los andaluces acudieron a las urnas para decidir si la comunidad debía acceder a la autonomía por la vía rápida, un mecanismo recogido en el artículo 151 de la Constitución Española. El resultado fue mayoritariamente favorable, con siete de las ocho provincias andaluzas apoyando la propuesta. Este hito permitió que Andalucía alcanzara un estatus equiparable al de las denominadas "nacionalidades históricas", consolidando así su identidad política dentro del Estado español.

Los orígenes de la autonomía andaluza

El camino hacia la autonomía no comenzó en 1980, sino que tuvo sus primeras manifestaciones décadas atrás. A finales del siglo XIX, el alzamiento revolucionario de Topete en Cádiz ya defendía una mayor descentralización, y en 1919, el Manifiesto Andalucista de Córdoba describía a Andalucía como una "realidad nacional". Fue en esa época cuando la figura de Blas Infante, considerado el "padre de la patria andaluza", tomó relevancia. Infante diseñó el escudo andaluz, recuperó la bandera blanca y verde y compuso la letra del Himno de Andalucía, símbolos que siguen vigentes en la actualidad.

Sin embargo, no fue hasta la llegada de la Transición española cuando el movimiento autonomista tomó verdadera fuerza. El 4 de diciembre de 1977, alrededor de un millón y medio de andaluces se manifestaron en todas las capitales de provincia para exigir la autonomía. La jornada estuvo marcada por la trágica muerte de Manuel José García Caparrós, un joven trabajador malagueño que fue abatido durante las protestas en Málaga. Su fallecimiento se convirtió en un símbolo de la lucha andaluza por el autogobierno.

A raíz de aquella movilización, en abril de 1978 se concedió la preautonomía a Andalucía y se creó la Junta de Andalucía. Finalmente, en junio de 1979, la Junta decidió acogerse a la vía rápida de autonomía, lo que desembocó en la celebración del referéndum del 28 de febrero de 1980.

El referéndum del 28 de febrero de 1980

El referéndum fue un acontecimiento sin precedentes en España, ya que fue la única consulta realizada por la vía del artículo 151 de la Constitución. Para que el proceso fuera válido, era necesario que el "sí" obtuviera una mayoría en todas las provincias andaluzas. Los resultados reflejaron un amplio respaldo al proceso autonómico, aunque Almería no alcanzó el umbral exigido.

Ante esta situación, las Cortes Generales aprobaron una reforma legislativa que permitió incluir a Almería en el proceso, lo que allanó el camino para la aprobación definitiva del Estatuto de Autonomía de Andalucía en 1981.

Símbolos y celebraciones del Día de Andalucía

El 28 de febrero es una jornada festiva en toda Andalucía. A lo largo de sus ocho provincias, se organizan numerosos actos institucionales y culturales. Entre ellos, destaca la entrega de las Medallas de Andalucía, un reconocimiento a personas y entidades que han contribuido al desarrollo de la comunidad. El himno andaluz, con su célebre estrofa "¡Andaluces, levantaos!", se escucha en colegios, plazas y eventos oficiales, mientras que la bandera blanca y verde adorna calles, balcones e instituciones. El tradicional desayuno andaluz, compuesto por pan con aceite de oliva, es otra de las costumbres más arraigadas en este día.

Cuatro décadas después del referéndum, el Día de Andalucía sigue siendo un símbolo de la identidad y la historia de una tierra que luchó por su autonomía y que cada 28 de febrero recuerda la voluntad de su pueblo de gobernarse por sí misma.