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Ubicado en la llanura de la comarca de Antequera, Fuente de Piedra es un pueblo típico andaluz que combina historia, naturaleza y tradiciones, uno de los diez Pueblos Mágicos de España que tiene la provincia de Málaga. Su fama trasciende por la Laguna de Fuente de Piedra, la mayor reserva de flamencos de la Península Ibérica, y por el manantial que dio origen a su nombre, cuyas aguas fueron consideradas curativas durante siglos. Desde tiempos antiguos, personas de toda la región recorrían kilómetros para beber de su fuente, convencidos de sus propiedades medicinales. Su historia se remonta al siglo VI a.C., aunque fueron los romanos quienes la bautizaron como Fons Divinus, destacando su valor. Con el paso de los siglos, el pueblo vivió episodios de abandono y resurgimiento, hasta consolidarse como el enclave con encanto que conocemos hoy.
Si hay un motivo que convierte a Fuente de Piedra en un destino único es su Laguna Salada, una de las zonas húmedas más importantes de Andalucía y el hogar de la mayor colonia de flamencos rosados de España. Con una extensión de 1.486 hectáreas, este espacio natural es un paraíso para los amantes del avistamiento de aves, ya que, además de los flamencos, acoge numerosas especies como cigüeñuelas, avocetas o garzas reales.
El ecosistema de la laguna es completamente natural: solo recibe agua de la lluvia y no tiene salida fluvial, lo que genera una alta salinidad. A lo largo del año, la reserva ofrece senderos señalizados y miradores estratégicamente ubicados para disfrutar de la fauna y la belleza del paisaje.
El monumento que da nombre al pueblo es una parada obligada. Se trata de una fuente con raíces romanas que fue reconstruida en el siglo XVIII. Se cree que sus aguas aliviaban dolencias como el mal de piedra (cálculos renales), lo que atrajo durante siglos a personas en busca de remedios naturales.
Este edificio del siglo XVIII es un elegante palacio de estilo neoclásico, que servía como residencia de verano para los Condes del Castillo del Tajo. Su importancia radica en su vínculo con la nobleza de la época y en su destacada arquitectura.
Los aficionados al vino no pueden dejar de visitar estas bodegas ubicadas en la Finca Vistahermosa, donde se cultivan variedades como Pedro Ximénez y Moscatel. Fundadas en 1885, elaboran el tradicional vino dulce Málaga Virgen, una de las joyas vinícolas de la provincia.
Construida en el siglo XIX, esta parroquia de estilo neomudéjar con influencias historicistas destaca por su campanario en esquina. La advocación de la Virgen de las Virtudes se remonta a tiempos anteriores a la fundación del pueblo, cuando ya era venerada como Nuestra Señora de las Misericordias.
Para quienes buscan un plan diferente, este santuario animal sin ánimo de lucro se dedica a rescatar y cuidar burros y mulos maltratados. Es una visita emotiva y educativa, especialmente para los más pequeños.
Fuente de Piedra conserva tradiciones con siglos de historia, y entre sus celebraciones destacan:
La cocina local está influenciada por los productos de la tierra, con el aceite de oliva y la harina como ingredientes protagonistas. Entre los platos más destacados encontramos:
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