Del 112 a la ficción en forma de libros, la historia del malagueño adoptivo Carlos Pérez

El vallisoletano publica su segunda novela, Orballo, que tiene como punto de partida la desaparición de dos menores de 10 años

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Carlos Pérez con 'Orballo'.
Carlos Pérez con 'Orballo'. / M. H.

Acostumbrado a la presión que supone trabajar en el Servicio de Emergencias 112, Carlos Pérez (1977), vallisoletano de nacimiento y malagueño de adopción, encuentra su refugio en la literatura. Ahora, como responsable de Recursos Humanos del servicio, antes como coordinador de sala en Málaga, publica su segunda novela de misterio: Orballo. Tras más de dos décadas escuchando las historias más duras al otro lado del teléfono, ‘‘la escritura es mi válvula de escape’’, comenta. Aunque Orballo no está basada en hechos reales, las situaciones vividas a lo largo de su trayectoria profesional han sido una fuente de inspiración en la construcción de este relato ficticio: ‘‘No deja de ser un teléfono de emergencias donde pones el oído, pero las imágenes las pone tu cabeza’’.

Pérez se define como una persona tranquila, reflexiva y amante de la literatura. ‘‘Siempre me ha gustado tener mis propias historias y reflejarlas por escrito’’, explica. Redacciones, pequeños cómics y hasta una newsletter fueron sus primeras incursiones en la escritura, hasta que su entorno le empujó a profesionalizarlo. Trabajar en el Servicio de Emergencias 112 supone ‘‘estar al 300% y alerta cada minuto’’, por lo que se describe como una persona intensa y con los cinco sentidos muy abiertos durante la jornada laboral. Sin embargo, todo cambia cuando llega a casa y se sienta frente a su ordenador: ‘‘Me pongo mi música clásica, me relajo y empiezo a vaciar mi mente’’. La escritura le permite no pensar en las situaciones que, a diario, entran al servicio.

Orballo nace como la segunda novela de un proyecto llamado Morriña que consta de tres libros. El punto de partida de la historia es la desaparición de dos menores de 10 años, primos hermanos, y el libro transcurre entre Málaga y el norte de España, ‘‘la zona fronteriza entre Galicia y Asturias’’, precisa. ‘‘Los personajes y las situaciones me las he inventado, salvo los lugares donde se desarrolla’’. La novela cuenta con escenarios de la barriada de El Palo y los municipios de Ribadeo, Figueras y la ría del Eo, donde se sitúa principalmente la trama. A pesar de nacer en Valladolid y trasladarse a Málaga con 13 años, tiene un vínculo muy fuerte con esa zona del norte porque parte de su familia es de allí. Las leyendas y pequeñas historietas que escuchaba cada verano en Galicia le parecieron un argumento fuerte e interesante para iniciar una novela como esta. La trama tiene como objetivo final esclarecer el motivo de la desaparición de los dos menores: si fue una fuga voluntaria, que, aparentemente es así, o no. Además, durante la historia hay saltos temporales con flashbacks a situaciones que ocurrieron dos décadas atrás.

Se cataloga como un enamorado de Málaga y dos de los protagonistas de la trama son de El Palo. La ciudad tiene mucha presencia en su escritura: ‘‘Málaga me aporta esa paz y esa luz que tiene. La parte poética de mis libros también lo aporta Málaga sin lugar a dudas’’. La novela no es autobiográfica, pero elige como escenario malagueño la barriada de El Palo porque fue el primer lugar en el que se instaló cuando llegó desde Valladolid. ‘‘Según pisé ese paseo marítimo y esa playa, quedé enamorado para siempre’’, cuenta con una sonrisa. Asegura que el centro de la ciudad podría ser otro escenario malagueño en el que relatar una trama porque ‘‘tiene mucho potencial literario’’.

Orballo es una palabra del norte y es ‘‘esa lluvia fina, de estos días que sales a la calle y tienes la sensación de que no llueve, pero cuando pasa un buen rato estás empapado’’, explica. La primera novela se llama Morriña —relacionada con la melancolía o el recuerdo— y la tercera se titulará Maruxía —relacionada con el mar cuando está agitado—. A la primera la describe como ‘‘algo que siempre quise tener’’ y a Orballo como ‘‘una etapa central más oscura y tenebrosa’’. Además, esta segunda, como escritor, le ha transmitido madurez y es una novela mucho más extensa y completa que Morriña, con una historia muy redonda. Darle forma a esta novela ha sido un proceso muy largo porque ‘‘no quería hacer una novela de misterio al uso, sino ser muy cuidadoso con los escenarios y con el tema poético’’. Se trata de una novela de 100 capítulos.

El próximo reto es culminar esta trilogía con la publicación de Maruxía, pero antes sacará a la luz otra novela. Esta vez es de realismo mágico y se titula El faro y la brisa. ‘‘Está muy vinculada con el mar, otra de las cosas más importantes que tiene Málaga’’, explica. Con esta publicación se aleja del género de novela de misterio, fruto de no querer encasillarse en uno concreto. El próximo jueves 11 de diciembre tendrá lugar la presentación de El faro y la brisa en la barriada de El Palo, en la avenida Salvador Allende a partir de las 17:00 horas.

Ahora, en su puesto como responsable del personal del 112, ‘‘las presiones, obligaciones y responsabilidades son diferentes’’, cuenta. Pero recuerda historias que le han marcado la vida, ‘‘especialmente aquellas relacionadas con menores por esa vulnerabilidad que puedan tener los niños’’, argumenta. Asegura ser llamadas que ‘‘te remueven por dentro’’, tengas la personalidad que tengas o cómo afrontes los problemas. La ficción, en ocasiones, puede superar las situaciones de la vida real, pero Pérez tiene claro qué da más vértigo: ‘‘La vida real porque vivimos en tiempos complejos y llevamos una década muy ajetreada’’.

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