Málaga

Absuelven 11 años después al jardinero acusado del fuego que causó 2 muertos y quemó 8.000 hectáreas en Málaga

Una avioneta suelta agua en la zona de Calahonda, en Mijas, durante el incendio de 2012

Una avioneta suelta agua en la zona de Calahonda, en Mijas, durante el incendio de 2012

Absuelto el jardinero que estaba procesado como supuesto responsable del incendio ocurrido en 2012 en la Costa del Sol, donde murieron dos personas, cuatro resultaron heridas y se quemaron 8.225 hectáreas de terrenos en distintos municipios. Así lo ha decidido la Sección Novena de la Audiencia Provincial de Málaga tras considerar que "no se acredita en forma, objetiva y sin duda alguna, actuación por su parte que origine el daño, por incendio forestal, en el campo, acaecido". 

El procesado, que ejercía labores para el Ayuntamiento, también trabajaba desde febrero de 2012 unas dos veces por semana en la casa denominada El Ensueño, ubicada en el paraje Barranco Blanco, en la ladera del cerro Alamillos -entre Coín y Alhaurín el Grande-. Sus actividades en este enclave consistían fundamentalmente en el mantenimiento de instalaciones, jardines y piscina

El 30 de agosto de 2012, cuando se desató el fuego, el jardinero estuvo en esta finca hasta poco antes de las 13:00 o 13:30. Según se declara probado en la sentencia, a la que ha tenido acceso este periódico, él mismo dejó depositados restos de podas y de limpiezas de plantas frente a un remolque para que el dueño de la casa los llevase a un punto limpio.

De esta manera, el Tribunal determina que “no consta acreditado que el procesado prendiese fuego a esos rastrojos y restos de poda, ni procediese a quemarlos ese día, a esa hora y en ese lugar”, pues afirma que no se observan indicios algunos de ello, como serían objetos para prender fuego. Los magistrados concluyen que “no se puede extraer con seguridad y certeza” cuál fue el punto inicial del fuego. 

Además, la sala explica en los fundamentos de derecho que hay discrepancias en las periciales y que todas ellas están razonadas y motivadas, “basadas en el leal saber y entender de sus autores”, pero no se puede deducir que el incendio se originara en la zona acotada.

“Es notorio que no se puede determinar, de forma cierta y segura, cuál es la causa que produce el fuego, pues podría ser una acción fortuita o una acción imprudente de alguien por quema de rastrojos, podas o realización de comidas (barbacoas, camping) o por colillas”, señala la  Audiencia.

Los magistrados indican que “no existe prueba alguna (que supere las simples hipótesis, posibilidades, consideraciones, creencias, según se valore el lugar o punto de inicio) y por tanto, no cabe imputar responsabilidad sobre ello a nadie”.

La versión del acusado

El acusado siempre ha negado los hechos y durante su declaración aseguró que él no quemó ninguna poda, que solo limpió la piscina y regó las plantas. Además, subrayó que el dueño de la finca insistía mucho en acumular la poda y depositarla en un punto limpio.

Pese a ello, el fiscal mantuvo la acusación contra él, pero, debido al tiempo transcurrido desde que ocurrieron los hechos, once años, consideró que había que aplicar la atenuante de dilaciones indebidas muy cualificadas.

El incendio se propagó rápidamente dado el viento de terral imperante en la zona y se iniciaron nuevos focos que hicieron que avanzara "a saltos y con gran rapidez", por lo que hubo que desalojar a 5.000 personas del entorno y las llamas llegaron hasta la costa.

A causa del fuego murió un ciudadano alemán de 54 años, que fue encontrado en el interior de una casa calcinada, y cinco personas resultaron heridas, dos de ellas (un matrimonio alemán) de gravedad y la mujer, que sufrió heridas de tercer grado en más del 70% del cuerpo, acabó falleciendo en su país como consecuencia de las mismas.

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