Málaga

El Ayuntamiento de Málaga quiere poner en valor la cloaca medieval de la calle Carretería

  • Busca aprovechar el proyecto de reurbanización de esta calle para restaurar el antiguo colector y hacerlo visitable

Imagen de archivo del interior del antiguo colector de Carretería.

Imagen de archivo del interior del antiguo colector de Carretería.

El Ayuntamiento de Málaga, que presume de que la capital de la Costa del Sol es destino urbano que más crece de un tiempo a esta parte, quiere ahora poner en valor una parte de la ciudad oculta, escondida bajo metros de asfalto y tierra y cuyo potencial como nuevo atractivo turístico parece evidente: la histórica cloaca que discurre por calle Carretería.

Una tarea nada sencilla, dada las condiciones de la infraestructura de saneamiento, que se ve alimentada ahora cuando la Gerencia de Urbanismo ha activado la cuenta atrás para iniciar antes de finales del año que viene los trabajos de reurbanización del eje Carretería-Álamos. Uno de los elementos centrales de la operación, que transformará por completo la configuración actual de la vía, rebajando el peso del tráfico privado y aumentando las aceras para los peatonales, es la ejecución de un nuevo colector al que derivar las aguas residuales que en la actualidad se vierten a la alcantarilla medieval.

La materialización de la nueva instalación abrirá las puertas para que el Consistorio vaya adelante con la pretensión de adecuar la canalización histórica, abriendo incluso la puerta a que, como ocurre en otras muchas ciudades, sea visitable. Esta alcantarilla discurre por debajo de los edificios de la calle Carretería, junto a los cimientos de la muralla musulmana.

Y aunque aún tendrán que pasar varios años antes de que se pueda avanzar en el cumplimiento de este objetivo, la Gerencia de Urbanismo ya dispone de un proyecto de actuación, tal y como confirmó el concejal de Ordenación del Territorio, Raúl López. A falta de conocer todos los detalles de la intervención, López habló de que la inversión que podría ser necesaria podría superar el millón de euros, lo que da muestra de la entidad de la labor.

Varios trabajadores inspeccionan el interior del colector tras una obra de reparación. Varios trabajadores inspeccionan el interior del colector tras una obra de reparación.

Varios trabajadores inspeccionan el interior del colector tras una obra de reparación.

Desde el origen mismo de la apuesta municipal por, aprovechando fondos europeos, activar la reurbanización del eje Carretería-Álamos, existe el propósito de "poner en valor" la alcantarilla, manteniendo las aguas pluviales del arroyo del Calvario, pero canalizando la aguas residuales a través de la nueva red de saneamiento. Una acción con la que, según figura en la iniciativa municipal, se lograr "promover la protección, fomento y desarrollo del patrimonio cultural y natural de las áreas urbanas".

Sobre ello, López explicó que antes de poder activar el proyecto habrá que completar la construcción de la nueva canalización. Y se muestra cauto. "Habrá que ver qué nos encontramos; hay un trabajo importante por delante", señaló el edil, quien confía en que se pueda intervenir dentro "para ponerlo en valor, restaurarlo y hacerlo visitable, pero todo está en función del avance de la obra".

Una de las particularidades de esta infraestructura subterránea es que sigue siendo utilizada para el fin para el que fue creado, a lo que se suma que fue ejecutada en el foso de la muralla musulmana que discurre por este entorno urbano. El mismo tenía casi tres metros de profundidad y otros de ancho que lo hacían infranqueable para los enemigos, y un canal artificial idóneo para evacuar las aguas tanto fecales como pluviales de todos los arroyos. Pero la situación quedó descontrolada, llegando a convertirse "en un estercolero, incluso la población abría agujeros en los lienzos para verter la basura directamente al foso".

Así lo relata María del Carmen Íñiguez Sánchez en el artículo La Muralla islámica de Málaga: referencias textuales y constatación arqueológica. Ante esta situación, se añade en el citado texto, y dada la importancia urbanística que empezó a adquirir el sector de Álamos y Carretería, "el regidor Luis de Tolosa propone conceder gratuitos terrenos a vecinos que quisieran hacerse una casa en el tramo comprendido entre la puerta de Granada y puerta Nueva, con la obligación de limpiar la parte que le correspondiera de foso, que al final quedará convertido en una gran alcantarilla".

El actual colector, según las fuentes históricas, fue construido a mediados del siglo XVIII sobre el trazado del foso perimetral conformando la cloaca de la ciudad. Es decir, es "la permanencia histórica del foso de la muralla musulmana en la ciudad, adosándose a la barbacana y constituyéndose de facto como un componente más de la misma", explica el arquitecto Rafael Pozo García-Baquero, quien tuvo que desarrollar un proyecto de reparación de la infraestructura tras producirse un socavón en una de las viviendas situadas entre el número 90 de Carretería y el 4 de la Plaza San Pedro de Alcántara.

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