Habrá que esperar a la próxima primavera cuando empiece el periodo de nidificación para ponerlo en práctica, pero el Ayuntamiento de Málaga está preparando ya el plan de control de la población de cotorras argentinas que ha pasado a tener la consideración de plaga en la ciudad donde se calcula que hay cientos de ejemplares.

Tras la autorización de la Junta de Andalucía hace algo más de un mes para la aplicación de medidas más contundentes contra esta ave invasora, el área de Sostenibilidad Medioambiental se ha puesto manos a la obra y está dispuesta a llevar a cabo cuantas actuaciones sean necesarias para "disminuir la población de esta especie buscando la mejor época para rentabilizar su efectividad", explicó a este periódico el concejal responsable, José del Río.

Así, el plan de control de la población de cotorras argentinas se pondrá en marcha la próxima primavera coincidiendo con el periodo de reproducción, ya que consistirá fundamentalmente en el uso de redes para la captura de ejemplares adultos y en la retirada de nidos y huevos para evitar que se siga expandiendo.

Será, de hecho, según aseguró el edil de Sostenibilidad Medioambiental, la prioridad del contrato de la empresa de control de aves que será probablemente la que se encargue de esta tarea a partir del año que viene con las novedades introducidas en la estrategia. Y es que desde 2006 y hasta ahora, el Ayuntamiento de la capital malagueña se centraba fundamentalmente en otras especies como gaviotas y palomas, puesto que en el caso de las cotorras sólo estaba autorizado para retirar los nidos cuando había un riesgo de caída a la vía pública. Entre mayo de 2017 y febrero de este año -la última autorización concedida- se retiraron 71 nidos de cotorras argentinas en la ciudad.

La rápida expansión de las cotorras en Málaga está provocando las quejas de los vecinos de zonas como la Alameda de Colón, que incluso han realizado una petición en el portal Change.org solicitando su eliminación por el ruido que generan y posibles problemas de salud.

Hace años se convirtieron en una moda entre los que buscaban una mascota original y hoy en día se han convertido en un auténtico problema para vecinos, aves autóctonas y administraciones encargadas de su control. La cotorra argentina, llamativa por su plumaje verde y los molestos sonidos que emiten, ha ido colonizando poco a poco los parques y jardines de Málaga después de que la suelta accidental o intencionada de unos dueños cansados de su difícil comportamiento haya dado lugar a una auténtica invasión. Por apenas 20 euros se pueden comprar en una tienda de mascotas, lo que ha favorecido su compra masiva, y si a eso se le une su enorme capacidad para reproducirse, el resultado es que en pocos años se ha adueñado de cualquier palmera de la capital que ha encontrado a su paso.

El Parque de Málaga, el Parque del Oeste, El Limonar, Pedregalejo, Guadalmar, Carranque y Ciudad Jardín son algunos de los lugares que esta peculiar ave ha elegido para formar sus colonias. La explicación que encuentran los expertos es que en estas zonas de la ciudad hay amplios espacios con vegetación asociada a su hábitat autóctono, que les proporcionan abundante alimento y un lugar perfecto para anidar sin que encuentren depredadores que les hagan sombra. Su origen es de lo más exótico. Proceden de América del Sur y, según se cuenta, la colonia que va camino de convertirse en plaga en la capital comenzó por la suelta accidental de varios ejemplares que escaparon del aviario de un particular en la zona de Carranque. Desde entonces su número no ha parado de crecer.