La Policía Nacional, en colaboración con la Gendarmería francesa, han desarticulado una banda que enviaba grandes cantidades de droga desde la provincia de Málaga hasta el sur de Francia en vehículos de alta gama. Hay un total de 22 detenidos, cinco de ellos arrestados en Marbella y Benalmádena.

Además, en la operación se han realizado una treintena de registros en ambos países en los que han sido intervenidos 2.350 kilogramos de hachís, 1,6 kilogramos de cocaína, seis pistolas con munición, 22 vehículos y abundante dinero en efectivo, y se han bloqueado cuentas bancarias y criptomonedas.

La investigación comenzó el pasado enero, cuando se tuvo conocimiento del asentamiento en Mijas de varios ciudadanos procedentes de Marsella (Francia) que, sin aparente actividad laboral ni empresarial, llevaban una vida ostentosa, ha informado este miércoles la Policía Nacional en un comunicado.

Fruto de la colaboración con las autoridades francesas, en los primeros compases de la investigación se comprobó que los sospechosos tenían en Francia numerosos antecedentes por delitos relacionados con el tráfico de drogas a gran escala.

Además, los investigadores observaron cómo miembros de la red realizaban frecuentes viajes por carretera desde la provincia de Málaga hasta enclaves de la frontera gala, sin prácticamente realizar paradas para descansar, y regresaban seguidamente a la Costa del Sol sin un motivo aparente.

Vehículos de alta gama robados

Los agentes averiguaron que el "modus operandi" de la trama consistía en continuos viajes por carretera con vehículos todoterreno de alta gama, que habían sido robados y dotados de placas de matrícula falsificadas. Miembros de la red se desplazaban hasta zonas de Cataluña próximas a la frontera, donde entregaban la droga para seguidamente regresar hasta la provincia de Málaga.

El líder de la banda era dirigida por un ciudadano marsellés asentado en una villa de lujo de Mijas, que era quien comandaba a otros miembros que adquirían la droga en Marruecos y la ocultaban en varias casas de Benalmádena utilizadas como “guarderías”.

Posteriormente, preparaban el transporte por carretera hasta las provincias de Barcelona y Gerona, donde otros miembros del equipo desplazados desde Francia recogían las sustancias y las distribuían en la zona sur de ese país, con furgonetas o camiones de una empresa de reparto de mercancías propiedad de algunos de los investigados.

En la operación se puso de manifiesto una vasta infraestructura tanto en España como en Francia, capaz de surtir de droga a la zona sur del país galo.

Cinco personas fueron detenidas en las localidades malagueñas de Benalmádena y Marbella, otras dos en Fortuna (Murcia) y las quince restantes, en Francia, y cuatro de los registros se realizaron en la provincia de Málaga, mientras que el resto se produjo en el país vecino.