El Ayuntamiento de Málaga sigue avanzando en su intención de dar una nueva vida a la Casa Socorro del Llano de la Trinidad. La que fuera sede de la Policía Local en uno de los lugares más señeros del corazón del barrio, ya cuenta con licencia de obras para ser rehabilitada a fin de dar un espacio a un centro de alto rendimiento para emprendedores culturales. 

Diseñada por Fernando Guerrero Strachan y construida en 1918, la Casa Socorro es parte del cambio que desde el Consistorio están impulsando con fondos Edusi (que financian el 80% de los trabajos con dinero de la Unión Europea) esta rehabilitación para darle una nueva dotación al edificio. No es el único trabajo en la zona dentro de este plan, la Gerencia de Urbanismo ya licitó la obra de peatonalización y remodelación de la plaza sobre la que se asienta la Casa Socorro, la plaza de Doña Trinidad, por 880.000 euros. 

El coste de esta rehabilitación será más comedido, de 64.900 euros, cuyo promotor es la empresa municipal Promálaga, que ha encargado los trabajos a la empresa Fresneda y Zamora. Los trabajos tendrán un período de ejecución máximo de 24 meses y deberán comenzar en los próximos seis. 

La propuesta municipal para la antigua Casa de Socorro tiene por objetivo dotar al barrio de un equipamiento que fomente el espíritu empresarial y que ofrezca posibilidades para conectar el talento de los emprendedores y empresarios y ciudadanos de la zona, de manera que este espacio permita irradiar oportunidades de negocio y de empleo en su entorno. “El centro debe responder a proyectos en materia creativo-cultural, pero marcados por la gestión empresarial de sus promotores, con proyectos empresariales viables técnica y económicamente y no por actividades sin ánimo de lucro”, se destaca en el pliego de condiciones por el que fue adjudicada.

Incluso se menciona un listado de posibles actividades a desarrollar en estas instalaciones: artes escénicas, instrumentos musicales, luthier, flamenco, pintura, audiovisual, danza, música, moda, vestuario, baile, flamenco, arte cofrade, patrimonio cultural, arqueología urbana.

Al tiempo, se recalca que entre los fines de este centro de alto rendimiento se encuentran la puesta en valor y conservación del patrimonio cultural en el territorio, el establecimiento de sinergias con los agentes culturales de la ciudad y los proyectos de emprendimiento, dar visibilidad al patrimonio como fuente de riqueza y promoción empresarial, la creación de una herramienta para asesorar y formar a emprendedores y empresas del patrimonio cultural y artístico.

Para avanzar en el proyecto arquitectónico, se plantean diversas necesidades de espacios que deben recogerse, tales como espacio para exposiciones con paredes modulares y equipado con mobiliario específico para exhibiciones y showrooms; zona con un ágora y un pequeño escenario, abierto y funcional; una sala polivalente multiusos con paredes movibles, con capacidad para unas 30 personas, para tener uso de aula, coworking y reuniones de equipo, y espacio para talleres compartidos agrupados por disciplinas, como mínimo 6-8 talleres.

También se recalca la necesidad de que el patio sea incluido como espacio creativo para el centro cultural, tanto en exposiciones, como un lugar de ensayo y esparcimiento artístico.