Málaga

El Centro Asistencial San Juan de Dios de Málaga, I Premio Imprescindibles

Usuarios de San Juan de Dios y un trabajador en una actividad del centro.

Usuarios de San Juan de Dios y un trabajador en una actividad del centro. / Javier Albiñana

En esta ocasión, los premiados han sido ellos, los que cada día hacen de sus usuarios ganadores de los mejores trofeos. Paso a paso. El Centro Asistencial San Juan de Dios en Málaga celebra su primer centenario con el I Premio Imprescindibles, un galardón creado por el Grupo Joly y la Fundación Bancaria Unicaja para reconocer a aquellas personas y asociaciones que trabajan por la integración, la reinserción y la ayuda a todo tipo de colectivos desfavorecidos en Andalucía. Este reconocimiento pretende destacar la labor diaria de personas y de organizaciones sin ánimo de lucro que persiguen, como principal fin, el fomento de todo tipo de acciones que favorezcan el bienestar social.

La institución, que se dedica a la atención a las personas con problemas de salud mental no solo de Málaga, sino de toda Andalucía, y que ha cumplido en este 2023 sus primeros cien años; siempre tuvo clara cuál era su prioridad: la salud mental, siendo las personas más vulnerables los más perjudicados en este sentido. La llegada de la orden hospitalaria a Málaga ocurrió mucho antes de la compra de los terrenos en los que actualmente se alza el Centro Asistencial San Juan de Dios. En el siglo XVII, apenas cien años después de su origen en la provincia de Granada, la orden se estableció en Málaga para atender a los enfermos de epidemias en el Hospital Real de la Caridad hasta 1836. Sin embargo, tras la desamortización de Mendizábal, San Juan de Dios y su actividad sanitaria, social y sociosanitaria, desaparecieron de la ciudad.

No fue hasta 1923 cuando los hermanos de San Juan de Dios tuvieron la noticia de la venta de una finca de recreo llamada San José en el sur de España, la cual había pertenecido a los Heredia Livermore, una de las principales familias burguesas del siglo XIX. Por ello, los hermanos elaboraron un proyecto para dar respuesta a la falta de atención psiquiátrica de la época. Hace un siglo, tener una enfermedad mental o una discapacidad intelectual derivaba en vivir sin protección social, sin asistencia y con un estigma durante toda la vida. El modelo de atención de San Juan de Dios que se empezó a desempeñar en el hospital se centró en la persona, en su dignidad y su contexto, unido al entorno natural en el que se encontraban, al confort de las instalaciones y a los tratamientos médicos de vanguardia. Esta forma de trabajar, que fue promovida por su primer director médico, el psiquiatra Miguel Prados Such, convirtió este centro en uno de los sanatorios con mayor porcentaje de curaciones de Europa. Además, San Juan de Dios ya contaba con experiencia en el mundo de la psiquiatría contemporánea, al llevar ya años trabajando en los centros San Juan de Dios de Sant Boi de Llobregat (Barcelona) y Ciempozuelos (Madrid).

Una usuaria y una trabajadora realizando un circuito en el centro. Una usuaria y una trabajadora realizando un circuito en el centro.

Una usuaria y una trabajadora realizando un circuito en el centro. / Javier Albiñana

San Juan de Dios, 100 años al servicio de Málaga

Justo 100 años después de su apertura, este centro socio-sanitario sin ánimo de lucro de la Orden Hospitalaria San Juan de Dios es una referencia en Andalucía en la atención de la salud mental para dar respuesta a las personas en mayor situación de vulnerabilidad. Especialmente, en la atención integral del trastorno mental grave en todas las fases de la vida, y la atención residencial a personas con discapacidad intelectual con patología mental asociada o trastornos de conducta.

A lo largo de estos 100 años, conceptos como el de hospital abierto, integración social y laboral de las personas con problemas de salud mental, o desestigmatización de estas personas atendidas por el hecho de padecer una enfermedad mental, son los que han regido la asistencia social y sanitaria de este centro de San Juan de Dios, situándolo como un hospital especializado referente en la psiquiatría moderna. Actualmente, esta labor asistencial con vocación de servicio público sigue viva y en permanente actualización para abordar los desafíos sociales y de salud que puedan darse en todo momento.

Un trabajador dándole la mano a un usuario del centro. Un trabajador dándole la mano a un usuario del centro.

Un trabajador dándole la mano a un usuario del centro. / Javier Albiñana

El centro original era el palacio construido en la finca Hacienda Nadales. Antiguamente, en él vivían los hermanos y funcionaba el hospital psiquiátrico. A día de hoy, esas instalaciones y sus jardines –similares a los de La Concepción– se reservan a la celebración de eventos con los que recaudar fondos para afrontar la actividad asistencial. Las tres áreas en que se divide la atención se distribuyen en otros edificios estructurados con jardines, parques y plazas donde los usuarios del centro hacen una vida que imita a la de una ciudad.

Las unidades de hospitalización de Salud Mental, la atención residencial en Psicogeriatría y Discapacidad Intelectual suman 385 plazas. Además, para dar respuesta a las necesidades de inclusión social, San Juan de Dios dispone de seis viviendas en Málaga para que las personas atendidas en fase de estabilización puedan realizar su tratamiento mientras viven de forma independiente y comparten convivencia. Desde que este Centro Asistencial abrió sus puertas, más de 12.000 personas han sido atendidas por sus profesionales. En concreto, solo en 2022, más de 500 estuvieron internadas en él, sin contar las consultas externas de Salud Mental.

Usuarios de San Juan de Dios jugando al baloncesto en los inicios del centro. Usuarios de San Juan de Dios jugando al baloncesto en los inicios del centro.

Usuarios de San Juan de Dios jugando al baloncesto en los inicios del centro. / M.H.

Su trabajo por integrar a todas las personas en la sociedad les ha llevado a enfrentarse a muchos retos, pero siempre manteniendo su esencia y fomentando las salidas al aire libre y el deporte. Mientras que hace 100 años los usuarios se apañaban con una canasta de baloncesto colocada en los jardines del hospital, ahora un campo de fútbol en el Área de Discapacidad Intelectual es el que les permite llevar a cabo diferentes actividades. Un recorrido de obstáculos, una petanca e, incluso, una mesa de ping pong han sido el centro de las Segundas Olimpiadas de este área, donde los usuarios residentes han celebrado el Día Internacional de la Discapacidad Intelectual.

En este sentido, el gerente del Centro Asistencial San Juan de Dios, José Luis Fuentes Valdés, incide en que es importante visibilizar al colectivo de personas con enfermedades mentales, ya que “a pesar de los avances sanitarios y en derechos sociales a lo largo de estos cien años, las personas con un trastorno mental grave siguen padeciendo múltiples vulnerabilidades que impactan en sus vidas y en sus posibilidades de inclusión”. Por ello, considera “indispensable” la inversión para obtener más recursos y “la implantación de un modelo de atención integral sociosanitaria”. De igual forma, Fuentes resalta que en estos 100 años, la institución ha ido creciendo en la provincia y ampliando sus centros con el Centro de Acogida para personas sin hogar y la Residencia San Juan de Dios de Antequera, donde llevan a cabo una labor residencial con los mayores.

La Junta Directiva del Centro Asistencial San Juan de Dios de Málaga. La Junta Directiva del Centro Asistencial San Juan de Dios de Málaga.

La Junta Directiva del Centro Asistencial San Juan de Dios de Málaga. / Javier Albiñana

A día de hoy, el Centro Asistencial San Juan de Dios sigue detectando los desafíos y todas las crisis que la sociedad vive a diario, como, por ejemplo, la última, la que cambió la vida de todo el planeta de la noche a la mañana: la pandemia. Algo que ha instaurado esta crisis sanitaria en la sociedad ha sido la extrema preocupación de la sociedad por la salud mental, cuando en otros tiempos era un asunto tabú, ajeno al debate público y que ningún posible afectado se atrevía a confesar, algo en lo que San Juan de Dios lleva involucrado desde sus inicios.

El centro está adaptando sus recursos de salud mental a estas nuevas necesidades que surgen con la puesta en marcha de servicios y programas destinados a la promoción y prevención de la salud mental de colectivos vulnerables, como la población infantojuvenil o personas sin hogar, además de apostar por el abordaje comunitario a largo plazo. De igual forma, trabajan para reducir la brecha digital de las personas con patología mental porque entre sus objetivos se encuentra evitar que las personas estén inactivas u ociosas, que cada uno dé lo mejor de sí mismo, sea un profesional organizando las actividades o un usuario normalizando al máximo su vida.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios