Málaga

El Comité de Sequía se reúne hoy para planificar el año hidrológico 2023-2024

El pantano de la Viñuela, uno de los lugares más afectados por la sequía.

El pantano de la Viñuela, uno de los lugares más afectados por la sequía. / M. H.

Al finalizar el año hidrológico 2022-2023 terminan los planes hídricos previstos para estos últimos 12 meses, por lo que la Junta de Andalucía debe volver a reunirse para planificar el siguiente ejercicio. Eso es exactamente lo que va a hacer este viernes. Barajando diferentes escenarios en lo que a lluvias se refiere, la Junta de Andalucía aprobará de qué manera repartirán las reservas de los siete pantanos de Málaga, teniendo en cuenta la posibilidad de que llueva todo lo esperado, la mitad, solo una parte o nada, según las fuentes consultadas.

En el último Comité de Sequía, celebrado en junio, la Junta de Andalucía aprobó que todos los municipios de la Axarquía debían reducir un 20% el agua del abastecimiento y en la zona del Guadalhorce-Limonero y en la Costa del Sol Occidental tenían que ahorrar un 10%. Por otro lado, los regantes del Valle de Guadalhorce se enfrentaron a una reducción del 37% del agua con respecto al año anterior. En cuanto a los agricultores de la Axarquía, sus restricciones llevan vigentes desde hace un año, ya que no tienen acceso al agua del pantano de la Viñuela.

Para cumplir con la reducción en el consumo de agua, más de 40 localidades de toda la provincia tomaron la decisión de restringir o eliminar el uso del agua potable en diferentes servicios. Entre los servicios en los que se han restringido el agua potable se encuentran el baldeo de calles, llenado de piscinas, riego de jardines, el cierre de fuentes ornamentales que no tengan circuito cerrado y el lavado de coches. Los municipios que aprobaron esta medida son Alhaurín de la Torre, Alhaurín el Grande, Cártama, Álora, Coín, Pizarra, Ronda, Fuengirola, Villanueva del Trabuco, Mollina, Casarabonela, Cuevas Bajas, Gaucín, Humilladero, Parauta, Manilva, Casarabonela, Cuevas Bajas, Gaucín, Humilladero, Parauta, Manilva y Málaga capital. Cabe señalar que en los municipios costeros, concretamente en Vélez-Málaga, Algarrobo, Rincón de la Victoria, Torrox, Torremolinos, Benalmádena y Málaga capital, limitaron o cortaron el agua de las duchas de las playas.

Por otro lado, municipios como Almáchar, Benamargosa, El Borge, Iznate, Moclinejo, Periana, Vélez-Málaga, Sedella, Casabermeja, Valle de Abdalajís, Almogía, Villanueva de la Concepción, la zona sur del Torcal de Antequera, Colmenar y el Burgo directamente acordaron cortar el abastecimiento a la población durante unas horas al día. Cada localidad adaptó el horario del cierre del suministro de agua dependiendo de sus recursos.

Ahora, al finalizar el año hidrológico 2022-2023, la Junta de Andalucía vuelve a convocar el Comité de Sequía para analizar el panorama hídrico actual y los diferentes escenarios a los que se pueden llegar a enfrentar en los próximos 12 meses, ya que cabe la posibilidad de que llueva todo lo esperado, que las precipitaciones sean la mitad de las previstas, solo un 25% o nada. Por lo que, en base a esto decidirán cómo actuar, si habrá restricciones y, en el caso de que las haya, cuáles habrá, tanto para el abastecimiento como para el riego.

En cuanto a los agricultores, los regantes de la Axarquía sostienen que ellos seguramente continuarán sin utilizar el agua de la Viñuela, algo que no les sorprende, ya que el embalse se encuentra al 7,9% de su capacidad con 13 hectómetros. Por tanto se refugiarán las aguas regeneradas que en las próximas semanas alcanzarán los 22 hectómetros después de que finalicen todas las obras previstas por la Junta de Andalucía para mejorar la situación agrícola en la comarca.

En el Valle del Guadalhorce, según las fuentes consultadas, los regantes estiman que continuarán con restricciones en las reservas anuales. Lo que más les preocupa es que no llueva nada, porque si eso sucede, lo más seguro es que dejen de tener acceso al agua de los pantanos de la zona -Guadalhorce, Conde del Guadalhorce y Guadalteba-, algo en lo que no quieren pensar porque si se llega a ese punto, sí que podrían llegar a perder definitivamente sus cultivos.

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