Málaga

El Covid obliga a crear contrarreloj más de 300 camas de hospital en Málaga

  • La pandemia fuerza aperturas, como la hospitalización en el Guadalhorce o Estepona y desbloquea proyectos demandados, como las ampliaciones de las UCI del Regional y el Clínico

Camas en la antigua cafetería del Hospital Clínico.

Camas en la antigua cafetería del Hospital Clínico. / M. H.

Forzada por la presión asistencial de la pandemia y por la falta de espacio para ingresar a tantos enfermos, la Administración sanitaria ha tenido que crear en la provincia de Málaga más de 300 camas. La mayoría, abiertas en esta tercera ola. Es el equivalente a los comarcales de Ronda y Antequera juntos. Ha sido contrarreloj. En unos casos, abriendo áreas terminadas, pero sin uso. En otros acometiendo proyectos demandados y siempre postergados. E incluso hasta echando mano del espacio de las cafeterías o de edificios que no tenían uso asistencial para acoger a pacientes.

Esas más de 300 camas están ubicadas en los propios hospitales y son un recurso aparte de los extraordinarios –como Carranque o la residencia de tiempo libre de Marbella– contemplados en los planes de contingencia, que de momento no han sido necesarios.

Málaga es la provincia de Andalucía con menos camas de hospital por habitante. Un déficit que profesionales y sindicatos vienen denunciando desde hace unas dos décadas y por el que se reclama el tercer hospital. Con estas carencias y con un millar de pacientes con Covid ingresados –aparte de los que sufren otras patologías–, los hospitales han tenido que hacer una transformación organizativa sin precedentes y un esfuerzo ímprobo para responder a la pandemia.

Una parte de esas camas nuevas son de Cuidados Intensivos porque los enfermos con coronavirus pasan largas estancias en estos dispositivos, de ahí que puedan llegar a colapsar este recurso. Sólo contando los pacientes con Covid, este viernes había 123 ingresados en UCI, una cifra incluso superior a las camas de Cuidados Intensivos que había en el sistema público malagueño antes de la pandemia.

Debido a la presión asistencial y a que no había sitio para tantos enfermos –los Covid y los no Covid–, la primera medida que tomaron los centros fue posponer operaciones para tener más camas libres, tanto de hospitalización como de UCI. Pero, al final se han visto obligados a habilitar más puestos allí donde podían.

El Clínico es el hospital de la provincia que más casos de coronavirus asiste. Es también, el que más camas ha tenido que crear para atender al Covid y al resto de patologías. En el Hospital del Guadalhorce se ha habilitado en torno a un centenar, el grueso de las 300. Una parte ya se pusieron en funcionamiento en la primera ola. El centro sanitario llevaba entonces cuatro años abierto y seguía sin hospitalización, algo que reprobaban profesionales y sindicatos.

La pandemia obligó a poner en marcha los ingresos para descargar al Clínico –centro del que depende– ante la creciente presión asistencial del Covid sobre el hospital de Teatinos. También tuvo que desbloquearse la ampliación de la UCI, que nunca se acometía. Así se duplicaron sus camas de 18 a 36. En la cafetería, se ganaron otras 22 camas. Y se habilitaron otras 16 en el Marítimo, hospital que depende del Clínico.

Camas añadidas en la cafetería del Hospital Regional. Camas añadidas en la cafetería del Hospital Regional.

Camas añadidas en la cafetería del Hospital Regional. / M. H.

Empujado por la pandemia, también se hizo realidad un proyecto pendiente en el Regional: la ampliación de la UCI, con 17 camas. La cafetería pasó de ser área de restauración a asistencial, como en el Clínico. Se arañaron así otras 16. Además, el Centro Guadalmedina, cuyo edificio está enclavado en el Civil, también se habilitó para dar atención a pacientes. Allí se habilitaron otras 60 camas.

Algunas camas son provisionales y luego se cerrarán, pero otras se quedarán tras esta crisis sanitaria

En estos cambios, hay algunos recursos que vienen para quedarse –como las ampliaciones de las unidades de Cuidados Intensivos del Clínico o el Regional–. En cambio, otros son provisionales y revertirán su uso cuando pase la pandemia. Es el caso de los espacios asistenciales improvisados en las antiguas cafeterías. Organizaciones sindicales y profesionales advierten desde ya contra la tentación de la Administración sanitaria de cerrar camas –como las del Hospital del Guadalhorce– cuando la crisis del Covid sea un mal recuerdo.

Esos más de puestos 300 añadidos con los que ahora cuenta la sanidad pública malagueña se completan con las 38 del Hospital de Estepona. La Junta daba largas a su apertura, pero al final tuvo que poner en marcha su hospitalización ante la presión sobre el Costa del Sol, del que depende. El centro sanitario esteponero tiene 22 camas en una planta, que son las habilitadas para el traslado de pacientes Covid desde el hospital de Marbella, y aparte otras 16.

También se han ganado 15 camas en el Hospital de la Axarquía. Ha sido en la cafetería, como se ha hecho en el Regional y en el Clínico. El comarcal de Ronda por su parte ha creado 16 nuevas camas para pacientes Covid en donde hasta ahora estaba ubicado el Hospital de Día.

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