Llegó con vida al Hospital Costa del Sol de Marbella, hasta donde había sido trasladado por una ambulancia en estado crítico. Los sanitarios le practicaron durante al menos media hora las maniobras de Reanimación cardiopulmonar (RCP), pero solo pudieron certificar su muerte. Había recibido tres disparos en la cabeza y otros dos en el tórax cuando se dirigía a su vehículo junto a su mujer y unos amigos. Según fuentes sanitarias, presentaba heridas que eran “incompatibles con la vida”.

Las alarmas han saltado poco antes de las 2 de la tarde, en los aledaños de la Iglesia Virgen del Rocío, en San Pedro Alcántara, donde el fallecido había celebrado la Primera Comunión de su hijo. La investigación, de la que se ha hecho cargo la Unidad de Delincuencia Especial y Violenta (UDEV) de Marbella, apunta a que el crimen está relacionado con un asunto vinculado al tráfico de drogas. Según las primeras informaciones, un individuo que se cubría el rostro con un casco se aproximó al coche de la víctima, de 36 años y que en su entorno era conocido como Maradona, y le descerrajó varios disparos que acabaron ocasionándole la muerte. Tenía antecedentes por narcotráfico y, según las fuentes consultadas, había estado en prisión. Se dedicaba, presuntamente, al tráfico de hachís y era el responsable de un gimnasio y un chiringuito. Los investigadores tratan de esclarecer si tenía relación con un supuesto robo de droga.

El aviso de un particular en el Servicio de Emergencias Sanitarias 112 Andalucía alertaba de que una persona estaba herida por arma de fuego en calle Mainake y se dio aviso tanto al 061 como a la Policía Local y Nacional. Los agentes, según testigos presenciales, desplegaron un amplio dispositivo para localizar al responsable del tiroteo, que al parecer había huido en un ciclomotor de la marca Piaggio Zip y color blanco.