Málaga

La EMT y el Metro superan la barrera de los 54 millones de pasajeros en Málaga capital

  • El crecimiento del suburbano contrarresta una ligera caída en las cifras de los autobuses urbanos en 2019

Un autobús de la EMT y uno de los trenes del Metro en la ampliación de la Universidad de Málaga.

Un autobús de la EMT y uno de los trenes del Metro en la ampliación de la Universidad de Málaga. / Javier Albiñana

El peso del transporte público en los modos de desplazamiento de los vecinos de Málaga capital alcanza niveles nunca antes conocidos. La alianza que desde mediados de 2014 vienen formando los autobuses de la Empresa Malagueña de Transportes (EMT) y el Metro no sólo se viene consolidando, sino que fortalece su presencia en un periodo en el que, como consecuencia de la mejora de la economía, es apreciable el crecimiento del uso del vehículo privado.

Por vez primera en la ciudad, la suma de usuarios del transporte público supera los 54 millones. En concreto, según las estadísticas oficiales, fueron 54.042.000 los pasajeros que se subieron a los trenes del suburbano o a los vehículos de la EMT. El valor de la cifra es aún mayor si se tiene en cuenta que no el pasado no ha sido el mejor ejercicio de la empresa de autobuses, que sufrió un ligero descenso respecto a 2018, cuando logró su récord histórico.

De los 47.429.000 viajeros que hicieron uso de las líneas de bus urbano en 2018 se pasó a 47.168.000 en 2019. Una reducción que desde la propia compañía se relacionó con el efecto negativo de las obras de reurbanización de la Alameda Principal, eje principal como punto de destino y partida de buena parte de las líneas de autobús. Durante los trabajos de remodelación de esta avenida, fueron continuos los cambios de localización de las paradas, lo que incidió de forma negativa en la captación de pasajeros. A pesar de ello, la merma fue de apenas un 1,2%.

Frente a este pequeño frenazo en la evolución de la EMT, el ferrocarril urbano sigue su particular crecimiento exponencial mes tras mes. En 2019, el Metro alcanzó sus mejores números desde que fuese inaugurado el 31 de julio de 2014. En términos absolutos, transportó 6.874.000 viajeros, frente a los 6.305.000 del ejercicio anterior.

Sirva como demostración del acercamiento que los malagueños tienen en este pequeño lapso de tiempo al suburbano que en su primer año completo de servicio, 2015, fueron 5.015.000 las personas transportadas. Es decir, que en cuatro años el salto es del 37%. Y ello a pesar de la tara que supone la limitación que presenta el actual recorrido de las líneas 1 y 2, muy alejado del Centro urbano y su entorno más directo.

Una situación que, en el mejor de los casos, se mantendrá al menos hasta finales de 2021, cuando, a priori, podría quedar culminada y abierta la prolongación del trazado desde la estación de El Perchel, junto a Renfe, hasta la Alameda Principal, donde quedará emplazada la parada Atarazanas. En estos casi dos años que restan, la Junta de Andalucía, como responsable de la infraestructura, tiene el reto de culminar los trabajos de construcción de los tramos Renfe-Guadalmedina y Guadalmedina-Atarazanas, así como las fases correspondientes a instalaciones, superestructura y arquitectura de las estaciones, esenciales para proceder a la futura explotación.

Aplicando los parámetros manejados por la concesionaria, la llegada a Atarazanas debería permitir desplazar, en un ejercicio completo, del orden de 18 millones de pasajeros. La espera será aún mayor para que los recorridos a bordo del Metro tengan su continuidad en dirección al Hospital Civil, en cuyos suelos se proyecta la construcción del tercer hospital de la capital. Tras haber licitado la redacción del proyecto constructivo soterrado, documento que podría estar sobre la mesa en la segunda mitad del año que viene, no parece factible pensar en esta la infraestructura ferroviaria esté lista para su uso antes de 2026.

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