Málaga

El desafío de la FP en Málaga con la nueva ley del Gobierno

Estudiantes de la FP de Mecanizado del IES La Rosaleda.

Estudiantes de la FP de Mecanizado del IES La Rosaleda. / Javier Albiñana

La Formación Profesional es una de las enseñanzas que más demanda ha estado teniendo en los últimos años por parte de los jóvenes y las empresas. Hasta ahora han ido creciendo poco a poco e incorporando la modalidad Dual en alguno de sus grados, pero de cara al curso que viene todo cambia y se enfrentan al desafío de adaptarse a la nueva ley del Gobierno. En el IES La Rosaleda son conscientes de ello. Este centro educativo malagueño comenzó con la FP en 1947, cuando inició su actividad como Escuela Sindical de Formación Profesional. Tras 77 años de experiencia, su oferta educativa ha crecido hasta llegar a los 41 ciclos formativos de Formación Profesional de 14 familias diferentes. A este centro acuden jóvenes de todos los rincones de Málaga y de toda Andalucía. Ahora el centro educativo tiene que hacer los cambios necesarios para cumplir con la nueva ley que los regula y que a partir de septiembre pasará a ser obligatorio para todo el mundo.

La oferta académica del IES La Rosaleda en FP se divide en ciclos formativos de Grado Básico, Grado Medio y Grado Superior, junto con las FP Básica Específica y los Cursos de Especialización. El grupo de FP Básica lo componen los títulos de Fabricación y montaje; Carpintería y mueble; Cocina y restauración. De Grado Medio hay 19 titulaciones que son: Actividades comerciales; Carpintería y mueble; Cocina y gastronomía; Construcción; Elaboración de productos alimenticios; Electromecánica de maquinaria; Electromecánica de vehículos automóviles; Impresión gráfica; Instalación y amueblamiento; Instalaciones de telecomunicaciones; Instalaciones eléctricas y automáticas; Instalaciones frigoríficas y de climatización; Instalaciones producción de calor; Mantenimiento de material rodante ferroviario; Mecanizado; Obras de interior, decoración y rehabilitación; Preimpresión digital; Servicios de restauración; y Soldadura y calderería.

Estudiantes de la FP de Carpintería del IES La Rosaleda. Estudiantes de la FP de Carpintería del IES La Rosaleda.

Estudiantes de la FP de Carpintería del IES La Rosaleda. / Javier Albiñana

Las FP de Grado Superior la componen Acondicionamiento físico; Agencia de viajes y gestión de eventos; Asistencia a la dirección; Dirección de cocina; Dirección de servicio de restauración diseño y amueblamiento; Diseño y edición de publicaciones impresas y multimedia; Energías renovables; Enseñanzas y animación sociodeportiva; Gestión del agua; Procesos y calidad en la industria alimentaria; Programación de la producción en fabricación mecánica; Proyectos de obra civil; y Sistemas de telecomunicación e informáticos. Además, este centro educativo cuenta con tres cursos de especialización en Mantenimiento de vehículos híbridos y eléctricos; en Mantenimiento avanzado de material rodante ferroviario; y en Ciberseguridad en entornos de las tecnologías de operación.

Los grados de Básica Específica son Carpintería y mueble; y Agrojardinería y composiciones florales. Algunas de estas formaciones se imparten en la modalidad Dual -12 en total- otras son bilingües y el grado superior de Agencias de Viajes y Gestión de Eventos está también a distancia para toda Andalucía.

En su primer curso escolar (1947-1948) se matricularon 210 alumnos. La comunidad educativa del centro ha ido creciendo con el paso de los años hasta llegar a los 2.700 alumnos y los 235 profesores que tiene en la actualidad. A lo largo de los cerca de 70.000 metros cuadrados que posee trabaja también en la integración e inclusión de todo el alumnado que presenta necesidades educativas específicas.

En este sentido, el director del centro, José David Triguero, sostiene que el IES La Rosaleda es “el centro de Formación Profesional más grande de Andalucía”. Además, destaca que no importa la especialidad porque la edad de los alumnos va desde los 16 en adelante y llegan de diferentes puntos de Málaga e incluso de distintos municipios de Andalucía.

Inserción Laboral

La Formación Profesional destaca por su inserción laboral y Triguero sostiene que cuentan con especialidades con una “altísima” empleabilidad porque en algunos sectores hacen falta profesionales, pero al final todos los estudiantes terminan encontrando trabajo o en Málaga o en otra ciudad. En cuanto a los jóvenes estudiantes incide en que “hay buen potencial”, ya que los alumnos llegan motivados y con las ideas claras. “Muchos entran sabiendo lo que quieren y salen con un gran futuro”, señala.

A su juicio, los soldadores son los más demandados por las empresas y asegura que “se los rifan”. Actualmente, tanto los soldadores como los alumnos de mecanizado son “muy necesarios” para muchas compañías. Por ello considera que se deben potenciar estos grados y dar a conocer lo que se hace en ellos para que la sociedad se de cuenta que “ahí hay trabajo y es un trabajo muy bonito aunque trabajen con un mono y se ensucien con grasa”. Aparte de promocionar estos dos grados, el docente también cree que se deben dar a conocer “determinadas enseñanzas que se quedan desiertas o hay pocos alumnos”.

Nueva ley FP

El centro hasta ahora impartía FP normales y FP en la modalidad Dual, pero a partir de septiembre la situación va a cambiar por completo. La nueva ley de FP quiere agrupar la FP del sistema educativo y la FP para el Empleo, por lo que ahora la formación sería totalmente dual, donde gran parte del aprendizaje se realizará en una empresa y el resto en clase.

Esta situación supone un gran reto para todos los centros educativos que imparten FP en Málaga y Triguero asegura que va a ser un “proceso difícil” porque no les va a resultar sencillo “colocar a todos los alumnos en empresas". Esto se debe, según el docente, a que no hay suficientes compañías para cubrir a todos los estudiantes de todas las modalidades y de todos los centros de FP, tanto públicos como privados de la provincia.

Estudiantes de la FP de Cocina del IES La Rosaleda. Estudiantes de la FP de Cocina del IES La Rosaleda.

Estudiantes de la FP de Cocina del IES La Rosaleda. / Javier Albiñana

Cierto es que al ser obligatorio el aprendizaje en clase y en la empresa, va a permitir al alumnado tener una educación “mucho más contextualizada, más ajustada y adaptada a la realidad”. Por lo que su enseñanza estará mucho más relacionada con el tejido productivo de lo que podría estarlo si se cursara únicamente en clase.

Algo que también va a cambiar con la nueva ley de FP es el rol del profesor. Según Triguero, los profesionales educativos dejarán de ser solo docentes para pasar a ser “alguien que tiene que generar relación con las empresas y hacer papeleo administrativo”.

Carpintería, mecánica, electromecánica u hostelería son algunas de las especialidades a las que están inscritos gran parte de los alumnos del IES La Rosaleda. Uno de ellos es Rafael Gámez y está cursando la FP Básica Específica de Carpintería y mueble. Con 20 años ya está en 2º de este ciclo y, aunque cuando de pequeño se decantaba por la informática, al conocer esta formación decidió probar porque se dio cuenta que el manipular madera y crear cosas con las manos se le daba bien y era “bastante bueno”. De estos dos años se queda con el haber fabricado diferentes muebles, tanto en la teoría como en la práctica. De cara al futuro no sabe qué le deparará, pero lo que tiene claro es que seguirá estudiando para poder dedicarse en un futuro a la carpintería.

A quien sí que le viene la pasión por la carpintería desde pequeño es a Óscar Miguel, un joven de 18 años que está cursando segundo de la FP Básica de Carpintería y muebles. “Mi familia son todos carpinteros, desde pequeño es lo que he visto y me ha acabado gustando”, sostiene el joven. Al pensar en los próximos años, asegura que tiene pensado hacer el Grado Medio de Carpintería y al terminar su formación emprender para trabajar en lo que más le gusta.

Estudiantes de Maquinaria del IES La Rosaleda. Estudiantes de Maquinaria del IES La Rosaleda.

Estudiantes de Maquinaria del IES La Rosaleda. / Javier Albiñana

El Grado Superior de Dirección de Cocina lo está cursando Carmen Muñoz de 18 años. El confinamiento marcó un antes y un después en su vida. “En aquella época lo único que me sacaba de mi mundo era la cocina y me empezó a llamar la atención”, explica. En cuanto pudo cursó el Grado Medio de Cocina en Estepa para asegurarse de que realmente le gustaba la cocina o era solo un pasatiempo. Dos años después tomó la decisión de convertir lo que empezó como una forma de evadirse del mundo durante unas horas, su trabajo. El siguiente paso que dará cuando termine esta formación va a ser “conocer el mundo a través de la cocina” y después montará su propio restaurante.

Los ciclos de Soldadura y Mecanizado son dos de los más demandados por la empresa y Guillermo Cruzado ha hecho el primero y está cursando el segundo. Con tan solo 19 años ya sabe que quiere en un futuro: llegar a ser jefe de taller. Primero decidió hacer la FP de Soldadura porque siempre le había llamado la atención esa especialidad. Más tarde se adentró en Mecanizado porque “compaginan muy bien los dos ciclos”. Eso sí, hará el Grado Superior y después se adentrará en el mundo laboral.

La figura del profesor es fundamental en este tipo de educación, ya que les enseña lo que deberán hacer en un futuro cuando entren en una empresa de verdad y ejerzan su profesión. Jesús Domingo da clase en el Grado Medio y Superior de Mecanizado en La Rosaleda. El ser docente le viene de familia, pero en vez de ir a Primaria, se decantó por la FP porque le “encanta” y él mismo ha cursado un ciclo. Durante sus clases, principalmente, lo que hacen es “darle forma al hierro a través de diferentes procesos por arranque de viruta”. Próximamente tendrá que adaptar sus clases a la nueva ley de FP, pero hasta entonces continuará dando clases a la espera de que en septiembre el cambio sea definitivo. 

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