Suena a película de ciencia ficción, pero es muy real. De hecho, ya se están fabricando y empezarán a venderse a finales de este año. La multinacional Fujitsu ha ideado un cajero automático para entidades financieras en el que el cliente no tendrá que usar la tarjeta para identificarse y realizar la operación, sino que simplemente tendrá que poner su mano sobre un lector. El sistema lee el mapa de venas de la mano sin necesidad de que haya contacto y comienza a funcionar. La tecnología se ha inventado en Japón, aunque el desarrollo del sistema y el montaje lo está haciendo en su planta de Málaga.

"Es un sistema fiable y seguro y será una alternativa a la tarjeta", explicó ayer Bernardo Díaz, director de marketing de Fujitsu, quien destacó que ya se han hecho algunos proyectos piloto con entidades financieras españolas, como La Caixa, para comprobar su viabilidad y que harán lo mismo en otros países europeos. Fujitsu es uno de los fabricantes de cajeros automáticos más importantes del mundo y, solo en España, uno de cada cuatro terminales instalados ha sido fabricado en Málaga por esta multinacional. No obstante, la crisis del sector financiero y el cierre de oficinas provocó un fuerte descenso de las ventas en los últimos años. La empresa tuvo que buscar soluciones y diseñar cajeros que se adaptaran más a las necesidades tanto de los bancos como de los clientes. Le ha costado casi tres años de trabajo pero lo han conseguido. Estos cajeros, además del sistema de autenticación biométrica como seguridad, permitirá hacer centenares de transacciones. Fujitsu prevé fabricar en Málaga y comercializar más de un millar de cajeros al año, retornando así a otros momentos de esplendor. Díaz señaló que este mercado "se ha vuelto a reactivar" debido a que "el canal de autoservicio en banca oferta una serie de mejoras de eficiencia a las entidades que les permiten reducir sus costes y mejorar la calidad del servicio".

No obstante, el negocio principal de Fujitsu en Málaga no es la fabricación de cajeros, sino la creación de sistemas electrónicos o de comunicaciones para coches. Su mayor cliente es Toyota, aunque también trabajan para otras marcas y su objetivo es incorporar nuevos clientes. Para conseguirlo han ampliado su superficie de producción y almacenamiento en 4.300 metros cuadrados y han adquirido nuevas líneas. Sistemas de control de velocidad, de emisiones contaminantes, de audio... La automoción ha acaparado en los últimos ejercicios el 80% de la facturación de Málaga, que el año pasado ascendió a unos 70 millones de euros. El 80% de la producción se destina a exportación, principalmente a Reino Unido, Francia, Rusia o Turquía.

Se espera que la línea de cajeros dé un nuevo tirón y que aumente su peso en los ingresos totales, aunque los sistemas para vehículos seguirán siendo protagonistas. "Queremos crecer de una forma muy fuerte en ambas áreas", comentó Díaz, quien adelantó que podría contratarse a más personal en Málaga si se confirma ese incremento de producción. En estos momentos, Fujitsu tiene 600 empleados en Andalucía, de los cuales 480 están en Málaga y 120 en el Centro de Gestión Remota situado en Sevilla, donde la plantilla se ha incrementado un 20% desde que se inaugurara hace dos años.

Ángeles Delgado, directora general de Fujitsu Ten en España, afirmó ayer que la ampliación de la fábrica de Málaga, la creación de nuevos cajeros o la potenciación del centro de Sevilla ha supuesto una inversión de 13 millones de euros y reiteró en varias ocasiones el compromiso "a largo plazo" de la multinacional japonesa con Andalucía. La planta de Málaga fue fundada en 1977 y Fujitsu conmemoró ayer los 40 años de su llegada a España.

La Junta de Andalucía ha sido clave en esa historia ya que a lo largo de los años ha concedido numerosas subvenciones. En este último plan ha financiado el 20% de la inversión, algo más de dos millones de euros. Como agradecimiento, los gestores de Fujitsu invitaron ayer al presidente andaluz, José Antonio Griñán, entre otros, quien destacó que Fujitsu "es un punto de referencia tecnológica" y subrayó que su gobierno mantendrá este año un presupuesto de 355 millones de euros para apoyar la innovación y la internacionalización de las firmas andaluzas.