La Guardia Civil sanciona a dos 'kitesurfistas' en Guadalmar

Dos aficionados al kitesurf han sido sancionados esta semana por el servicio marítimo de la Guardia Civil en la zona cercana a la playa de Guadalmar de Málaga capital, donde está prohibida la práctica de este deporte desde hace un año por razones de seguridad aérea. A la espera de que el Ayuntamiento de Málaga habilite a los aficionados de este deporte una nueva zona para practicarlo muy cerca de la que han tenido históricamente en Guadalmar, de momento el kitesurf no está permitido en ningún punto del término municipal. Según pudo saber este periódico, el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil ya había advertido en las últimas semanas de la situación a los kiters que se han atrevido a navegar en ese entorno pese a la falta de autorización y fue el martes cuando el servicio marítimo denunció a dos de ellos cuando se encontraban en el agua. Uno, al parecer, habría invadido incluso la zona de seguridad acotada por Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena).

Los aficionados al kitesurf se sienten perseguidos y demandan al Consistorio malagueño que habilite cuanto antes el espacio de unos 250 metros, entre la antigua zona de Guadalmar y Sacaba Beach, que les han autorizado recientemente. La nueva zona definida para la práctica de kitesurf en la capital ya ha sido incluida incluso en el plan de playas del municipio, tras el visto bueno de la Junta de Andalucía. Sin embargo, la Gerencia Municipal de Urbanismo aún no ha terminado la obra para la retirada de unas antiguas tuberías ya en desuso de la Empresa Municipal de Agua (Emasa) y que podían acarrear un problema de seguridad para los deportistas.

La concejal de Playas en el Ayuntamiento de Málaga, Teresa Porras, aseguró ayer que en cuanto se termine esta actuación "se balizará la zona y quedará autorizado el kitesurf". Pero no se atrevió a dar fechas concretas. La práctica de kitesurf y de cualquier otro deporte acuático que utilice un sistema de propulsión o sustentación aérea está prohibida en el entorno del aeropuerto desde julio del año pasado por seguridad entre la playa de Guadalmar y el límite con el término municipal de Torremolinos, un área que tiene una longitud de alrededor de un kilómetro a ambos lados de la alineación de la pista de vuelo del aeropuerto y que los kiters llevaban usando unos diez años.

Aena considera que estas prácticas suponen un riesgo para la seguridad de los aviones que operan en el aeropuerto de Málaga-Costa del Sol al estar la zona comprendida dentro de "la proyección ortogonal sobre el terreno de las servidumbres aeronáuticas de este aeródromo".

La Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) dio por buenas las medidas adoptadas por Aena en un informe emitido el pasado mes de septiembre en base al Real Decreto 297/2013 de Servidumbres Aeronáuticas. Los riesgos identificados por la práctica de estos deportes para justificar la prohibición se referían a la invasión de las zonas de seguridad aeronáutica por parte de cometas, paracaídas o globos, y la posible colisión de estos con las aeronaves que circulan por la zona.

Tras la decisión y la queja de los aficionados al kitesurf que se quedaron sin la única zona que tenían autorizada en el municipio, el Ayuntamiento de Málaga permitió una nueva zona entre Sacaba y la desembocadura del Guadalhorce. Se trataba de un área más estrecha y que no está autorizado para el baño debido a que es un pedregal, lo que no resultaba apta para la práctica del kitesurf por parte de aficionados poco experimentados. No obstante, la Junta de Andalucía consideró que la presencia de estos deportistas en el entorno del paraje natural de la desembocadura del río Guadalhorce podía afectar a la avifauna de la zona, por lo que hace unos meses también quedó prohibida su práctica en ese punto.