Las risas y los abrazos protagonizan el reencuentro de los alumnos de Secundaria y Bachillerato que han vuelto a las aulas este jueves en el IES Torre Atalaya. "El verano se ha pasado volando" es la frase más repetida entre los jóvenes que esperan a las 11:30 horas a que abran las puertas del centro, ya que su entrada se va a hacer de forma escalonada a partir de las 11:45 horas.

Sin ganas de despedir el verano, pero con la ilusión de reencontrarse con sus amigos y volver a ver a muchos de sus profesores. Los alumnos de primero de ESO se agolpan en la puerta delantera del centro a la espera de que la conserje las abra. Muchos padres observan desde la distancia como sus hijos dejan atrás las aulas de Primaria para adentrarse en las de Secundaria.

Poco antes de las 11:45 las puertas se abren y los estudiantes de primero de ESO comienzan a subir la cuesta que los llevará a sus nuevas aulas. En grupo, de la mano, abrazados y sonriendo, los jóvenes entraban en el porche sabiendo en qué clases están, pero sin conocer cuáles son sus compañeros y profesores.

Alumnos del IES Torre Atalaya entrando en el instituto el primer día de clase.

El turno de segundo, tercero y cuarto de ESO llega a las 12:45 horas, pero tal es sus ganas de reencontrarse que desde las 11:50 diferentes grupos esperan en la calle a que el timbre suene y las puertas vuelvan a abrirse. Entre estos alumnos se encuentran María, Irene y Aya, tres estudiantes de segundo de la ESO que comienzan un curso en el que darán por primera vez Física y Química y Tecnología. Todas coinciden en que no querían regresar a clase, pero tenían “ganas de entrar y conocer gente, aunque de estudiar no”, asegura Irene mientras ríe con sus amigas.

Junto a ellas Alberto de tercero de ESO y Patricia de segundo de ESO apuntan que después de haber disfrutado este verano, más que el del año pasado, al igual que María, Irene y Aya, querían volver a clase “para conocer a gente y socializar”, admite Patricia.

Vuelve a sonar por segunda vez el timbre a las 12:45 horas, las puertas ya están de nuevo abiertas y un mar de alumnos comienza a subir la cuesta para adentrarse en el porche. “¿Sabéis vuestra letra?”, se preguntan un grupo de chicas entre ellas. Todos conocen la clase en la que están, pero los nervios y la ilusión hacen que lo quieran comprobar en la lista que hay colgadas en las paredes aunque lo hayan mirado tres veces antes de salir de casa.

Alumnos del IES Torre Atalaya entrando al instituto el primer día de clase.

Tal es el número de alumnos que está entrando que el porche se queda pequeño y no hay espacio. “Pero ¿Cómo vamos a meternos ahí?”, le pregunta un chico a su amigo. Los tutores de las clases se encuentran repartidos por el porche con una carpeta azul en la mano, donde se puede leer el curso que tutorizan. “Mira ese es nuestro tutor”, se dicen dos amigas antes de colocarse junto a su profesor, que espera que el resto de los alumnos vayan a su encuentro.

Mientras que el porche comienza a despejarse porque, siguiendo a sus tutores, los estudiantes comienzan a buscar la que será su aula este próximo curso y otros terminan de ubicarse, los padres observan desde la puerta cómo sus hijos entran al instituto.

Los últimos en ser recibidos en el IES Torre Atalaya son los alumnos de Bachillerato. Los jóvenes comienzan su última etapa en el instituto. Algunos están nerviosos por empezar primero de Bachillerato y otros esperan enfrentar segundo de la mejor forma posible. Luna pertenece al primer grupo. Va a comenzar el Bachillerato de Ciencias Sociales y espera “poder organizarme bien” para así sacar los dos cursos adelante, aunque todavía no tiene claro que va a estudiar después de graduarse.

El IES Torre Atalaya ya ha recibido a todos sus alumnos. A partir de este viernes a las 8:15 horas el timbre sonará todos los días a la espera de vivir del primer curso sin restricciones Covid después de dos años.