Málaga

Ligeros síntomas de recuperación pese a la sombra del paro

Han pasado tres meses desde que terminó el 2013 y ya se puede apreciar con algo más de claridad y objetividad cómo fue el ejercicio para la economía local, pues se han conocido hace escasos días algunos de los parámetros que restaban para hacer la radiografía completa del año. A bote pronto, el 2013 se podría calificar de atípico pues ha conjugado récords negativos y positivos casi a partes iguales, si bien el resultado final es que el Producto Interior Bruto (PIB) provincial, la variable en la que se condensa todo, descendió nueve décimas.

Hay motivos tanto para la alegría como para la preocupación, siguiendo esa máxima de que nunca llueve a gusto de todos. Una de las claves para salir del atolladero es generar confianza entre la población, de forma que se pueda impulsar el consumo interno y eso permita accionar la rueda que implica una mayor producción en las empresas, más contrataciones y más ingresos. Por tanto, por empezar por el lado optimista, el año 2013 ha sido muy positivo para Málaga en sectores como el turismo, el comercio exterior o la venta de coches. Se ha demostrado que, guste más o menos, Málaga vive del turismo y el fuerte tirón de los viajeros internacionales ha permitido que las arcas provinciales hayan aguantado el tirón mucho mejor que otras. El año pasado se obtuvieron los mejores resultados desde el inicio de la crisis, con crecimiento de viajeros y un millón más de pernoctaciones. No obstante, siempre hay un pero y los hoteleros señalan que el problema ahora es que sus explotaciones sean más rentables, ya que la guerra de precios ha sido importante en los últimos ejercicios. La previsión para 2014 apunta hacia un mejor año turístico porque habrá más conexiones aéreas directas y algunos mercados como el alemán están incrementando sus reservas de manera espectacular.

Uno de los aspectos más sorprendentes ha sido el auge del comercio exterior, amparado en el interés por sobrevivir de las empresas y en la ayuda de diversas instituciones como la Cámara de Comercio o Extenda. Ya hay más de 4.000 compañías en Málaga que han realizado alguna vez alguna exportación, 1.500 más que en 2009, y cerca de 700 que lo hacen de forma regular. Las firmas locales, ante la caída del consumo interno, están empezando a perderle el miedo a salir fuera y eso se traduce en unos ingresos el año pasado de 1.419 millones de euros que les han sentado de maravilla a las maltrechas cuentas locales. Málaga, tradicionalmente, ha sido una provincia con más importaciones que exportaciones, pero esta tendencia se invirtió en 2011 y el saldo positivo en 2013 ha sido de 215 millones de euros, frente a los 53 millones de 2011 y los 117 de 2012.

Siguiendo con la nota positiva, la matriculación de vehículos, al fin, empezó a crecer el año pasado gracias a las ayudas públicas y al esfuerzo promocional de las marcas, incrementándose las ventas algo más de un 8%. Teniendo en cuenta que desde 2008 han cerrado muchos concesionarios y otros tenían incluso las luces apagadas para ahorrar costes, el alivio es manifiesto.

Pese a la falta de crédito y la incertidumbre, el número de sociedades mercantiles creadas en Málaga volvió a ser el más alto de Andalucía, con casi 13 empresas nuevas cada día. No obstante, su capital medio es de apenas 60.000 euros, lo que da muestras del escaso tamaño de las firmas locales. Entre las grandes, fue el año de la caída de Isofotón o del concurso de acreedores de Vera -superado con la aprobación del convenio-, aunque Mayoral, Hojiblanca o las cárnicas Famadesa y Faccsa siguen a buen ritmo. En el Parque Tecnológico aún no se conocen los datos de cierre de 2013, pero sí se ha hecho público que el número total de empresas aumentó hasta las 620.

El número de afiliados a la Seguridad Social no atraviesa sus mejores tiempos, pero sí es cierto que el 2013 terminó mejor que el año anterior, pues en diciembre había en Málaga 491.875 cotizantes, un 1,3% más que a finales de 2012. Por ahora, en el conjunto español, se mantiene la ratio entre afiliados y pensionistas por encima del 2 (2,27), aunque se desconoce qué pasará en los meses siguientes.

Si el turismo va bien, se exporta más, se venden más coches, hay más afiliados o se crean más empresas... ¿por qué Málaga cerró el año pasado con el mayor número de parados de su historia y una tasa del 36,2%? Hay muchas causas y cada experto defiende alguna como la más importante. En 2013 había más ocupados que en 2012 y eso animó a más personas a buscar empleo, por lo que la población activa ya supera las 800.000 personas. Por otra parte, no es cierto que haya tantas personas desempleadas, como reflejan los estudios de Técnicos de Hacienda, que indican que la economía sumergida representa el 28% del PIB en Málaga o la propia Inspección de Trabajo, que el año pasado detectó a personas trabajando y cobrando el paro en casi la mitad de sus inspecciones.

En cualquier caso, los datos sí reflejan que un sector como la construcción, que llegó a representar cerca del 20% del PIB local, está muerto tanto en su rama de obra civil como residencial, y que los empresarios no la tienen todas consigo porque piden rebajas en las cotizaciones sociales o mayor claridad en la contratación. El 2013 tuvo luces y sombras, aunque se confía en que en 2014 las primeras ganen a las segundas. Habrá que esperar.

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