Representantes del comité de empresa de Limasa  y el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, mantuvieron ayer una maratoniana reunión en el Ayuntamiento por el pago de los atrasos tras el fallo de las últimas sentencias judiciales a favor de los empleados.

El clima fue tan tenso que los miembros del comité se llegaron a encerrar en la Casona del Parque para exigir que se reanudaran los contactos con la presencia de De la Torre, que se ausentó para acudir a un acto en la Catedral.

Unos veinte trabajadores han pasado la noche en el Ayuntamiento. El alcalde, que regresó por la noche al Ayuntamiento, lamentó la postura adoptada por los trabajadores: "Han venido con el propósito de estar todas las horas sabiendo que no es posible. Espero que a lo largo de la noche [de ayer] se vayan. Les he invitado a que lo hagan porque el Ayuntamiento no está preparado para acogerlo".

Los trabajadores no están dispuestos a aceptar la paga de entre 1.000 y 1.500 euros que la empresa tiene previsto abonarles en la primera quincena de noviembre en concepto de atrasos y como parte del cumplimiento de la sentencia del Juzgado de lo Social número 12 de Málaga.

Para el presidente del comité, Manuel Belmonte, esta cantidad es "lamentable y patética", al considerar que la cifra sería "muy insuficiente" para saldar "la deuda" con la plantilla. En tanto se resuelve el recurso, los trabajadores recibirán, en cumplimiento provisional de la sentencia, un pago a cuenta que incluirá los atrasos de las pagas de productividad 2014-2017 y de la paga de septiembre 2015-2017 así como el abono de la ayuda de diciembre 2014-2017.

Desde el comité de empresa consideran insuficiente este anuncio, ya que cifran en cerca de 60 millones de euros la deuda que la empresa mantiene con la plantilla (lo que equivaldría a unos 12.000 euros por trabajador), cuantía que obtienen sumando los atrasos en la productividad, la subida salarial del 1,5% y el ahorro obtenido por la empresa en los últimos años a raíz de otras modificaciones del convenio como son la eliminación de los descansos, reparto de vacaciones, festivos, etcétera.

El comité de empresa quería que fuera el alcalde "en persona" quien les confirmara que ésa es la postura municipal. La mecha ha vuelto a encenderse por la paga de unos mil euros en concepto de atrasos