Málaga

Málaga negocia planes para ajustar las terrazas en doce zonas del Centro

  • El Ayuntamiento, de la mano de los hosteleros, busca unificar y mejorar la estética del mobiliario

  • En puntos como Plaza Uncibay se baraja reducir un 50% la ocupación actual

El Ayuntamiento de Málaga negocia desde hace semanas con la Asociación de Hosteleros de Málaga, Mahos, la delimitación de 14 planes de aprovechamiento en el Centro (doce de ellos); La Malagueta (uno), y Pedregalejo-El Palo (uno) para mejorar las condiciones estéticas y de superficie de las terrazas autorizadas a bares y restaurantes en estas zonas. La hoja de ruta trazada por las dos partes busca transforma la disparidad visual que hoy por hoy se extiende sobre buena parte del casco antiguo en lo que a mobiliario y toldos se refiere, al tiempo que va a permitir, de manera puntual, un recorte apreciable en las zonas actualmente ocupadas por las mesas y las sillas.

El caso más paradigmático será el de la Plaza Uncibay donde, se llevarse a buen término el proceso abierto, se logrará liberar del orden del 50% del espacio Bien es cierto que en este punto, según se reconoce desde el Consistorio, muchas de las terrazas carecen de autorización. A primera hora de la tarde de ayer, en la zona propia de la plaza, donde se contaba casi un centenar de mesas pertenecientes a siete u ocho establecimientos.

Uncibay estaba ayer ocupada, a primera hora de la tarde, por casi un centenar de mesas

En cualquier caso, tal y como expuso a este periódico el director general de Promoción Empresarial, Eugenio Benítez, en la mayoría de los espacios sobre los que se podrá aplicar esta herramienta, las superficies globales apenas quedarán afectadas. "Hay zonas donde se puede mejorar la ocupación quitando las toldetas laterales, aunque se mantengan los mismos metros", expuso, al tiempo que insistió en que la incidencia principal se dejará sentir sobre el plano estético.

Conforme al listado de zonas en las que se está trabajando destacan, en el entorno del casco histórico, plazas como Las Flores, La Merced, Uncibay, del Carbón, Mitjana, la calle Strachan, Pasaje Chinitas, entre otras. El primero de estos emplazamientos es objeto de crítica desde hace años, al entenderse excesiva la ocupación permitida. Sobre ese espacio, el plan inicial pasa por "eliminar los plásticos actuales y pegar a la fachada las terrazas, de manera que quede más despejado el espacio central; la sensación visual hará que parezca que hay menos ocupación", expuso el directivo, quien admitió que podría reducirse del orden del 10%.

La figura de los planes de aprovechamiento viene recogida en la nueva Ordenanza de Vía Pública, desde hoy en vigor tras su publicación en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP), en el artículo 7. En el mismo, se recoge de manera explícita que será la Junta de Gobierno Local la que podrá aprobar los mencionados planes "sobre ocupación, actividad, estética y/o diseño de mobiliario", pudiendo establecerse en los mismos "la obligatoriedad de utilizar elementos de características determinadas, por razones de estética y diseño u otra finalidad". "El mobiliario que se

instale deberá contar siempre con la aprobación expresa del servicio competente; con carácter previo a la aprobación del Plan de Aprovechamiento se recabará informe sobre el mismo, de las áreas competentes en materia de urbanismo y medio ambiente", se apostilla.

Lo que sí parece claro es que el planteamiento municipal es que esta figura no sirva para ampliar las posibilidades de ocupación de vía publica que contempla la nueva Ordenanza de Vía Pública. A pesar de ello, el propio texto normativo, subraya que la superficie que se autorizará para ocupar la vía pública "no podrá en ningún caso ser superior al 75% de la superficie del propio establecimiento", salvo que se determine en un plan de aprovechamiento. De hecho, son numerosas las alusiones que se hacen en el documento a la posibilidad de exceptuar buena parte de las prohibiciones contempladas por medio de los citados planes.

El contacto de Promoción Empresarial con los empresarios implica un adelanto a la entrada en vigor de la nueva normativa. De hecho, la intención es que los planes puedan estar consensuados con el colectivo para después del verano, lo que permitiría iniciar su aplicación desde ese momento. Por el contrario, es previsible que el contenido de la ordenanza no se empiece a plasmar realmente sobre los negocios hasta principios de año, que será cuando se renueven las autorizaciones de ocupación actualmente en vigor.

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