Son las 17:00 de la tarde. El sol brilla en todo su esplendor y pese a no ser aún verano, calienta como es habitual en Málaga. El picor es más apreciable si cabe en este punto del barrio de Martiricos donde décadas atrás se levantaba la antigua Citesa, reminiscencia del pasado industrial de la capital.

En esta gran extensión de terreno se descubre ahora un parque de unos 30.000 metros cuadrados nacido de uno de los grandes proyectos urbanísticos de la ciudad. Al sur del sector se levanta un gran bloque de viviendas de protección oficial y al este, en el mismo suelo que albergó el antiguo rastro, toman forma dos torres de 30 plantas promovidas por el fondo de inversión Aquila.

A la espera de que los bloques crezcan en vertical, la buena nueva viene de la mano de esta zona verde, que ese lunes, tras algunos meses completada, ha sido inaugurada por el alcalde, Francisco de la Torre. Acompañado de una amplia comitiva municipal y responsables de las empresas promotoras, el regidor ha recorrido el espacio, en el que no pasa desapercibida la ausencia de sombra. Algo especialmente apreciable a primera hora de la tarde.

Preguntado por esta cuestión, el mandatario ha confiado en que el problema se solucione una vez los 263 nuevos árboles plantados ganen en porte y dimensión, sin cerrar la puerta a que, una vez pase el tiempo, se analice si es precisa la colocación de alguna pérgola.

El parque ya abierto al tránsito es una de las actuaciones enmarcadas en el convenio suscrito entre el Consistorio y Espacio Medina, en concreto, en la primera fase del proyecto de urbanización para la regeneración del espacio. En su conjunto, estos trabajos han contado con un presupuesto algo superior a los 7,3 millones de euros, de los que casi 1,8 quedan plasmados en esta nueva zona de esparcimiento.

Los números dan buena muestra de su dimensión. Dentro de toda su superficie, 12.100 metros cuadrados son de césped repartidos en distintos jardines y de diversa forma; así como 4.250 metros cuadrados de plantas tapizantes con floración vistosa. También se han diseñado distintas áreas de juegos para niños con elementos bajo los árboles, entre los que destacan un tren de madera, un tronco saltarín, dos carruseles neumáticos, una combinación de cabañas...

Las zonas de paseo y recreo estarán dotadas de sombra de los árboles y en los recorridos se ha instalado mobiliario urbano: un total de 254 bancos de diferentes formas y materiales y 79 papeleras. A ello hay que sumar el nuevo itinerario de carril bici segregado con una longitud de 380 metros, que enlaza al norte con el carril bici existente en el puente de la avenida de la Rosaleda y al sur con el itinerario ciclista de la avenida de Fátima.